A ONCE AÑOS DE LA LEY DE PRESCRIPCION DE MEDICAMENTOS POR SU NOMBRE GENERICO


“Detrás de la marca comercial de un medicamento existe una droga de uso medicinal de la cual nosotros, los farmacéuticos, sabemos su estructura química, utilidad, dosis y farmacodinamia”, señala la nota editorial del último número de Correo Farmacéutico, órgano de la Confederación Farmacéutica Argentina.

Microprograma emitido en "Hipótesis" el lunes 26 de agosto de 2013.


“Por ello —continúa la nota— podemos ver tras el velo que significa una marca de fantasía y así asesorar al paciente en múltiples aspectos.

“El paciente puede tener alguna intolerancia a un producto, por ejemplo, y desconocer que está ante un mismo principio activo con diferente nombre comercial.

“Podemos, a través de nuestro asesoramiento para la sustitución, evitar la suspensión de un tratamiento ante la falta de determinada marca.

“Hoy queremos reseñar el hecho histórico y trascendente de la sanción de la Ley 25.649 de Prescripción de Medicamentos por Nombre Genérico, operada el 28 de agosto de 2002, para los farmacéuticos argentinos y para nuestros pacientes, y recordarnos asumir en cada dispensa el rol activo y de servicio que siempre caracterizó a nuestra profesión”.

El próximo miércoles se cumplirán once años de la sanción de la mencionada ley, que obliga al farmacéutico a informar al consumidor sobre todas las formas disponibles del genérico recetado por el médico, de modo que el paciente pueda elegir el de su conveniencia económica.

A partir de ese momento, la Ley de Prescripción de Medicamentos por su Nombre Genérico o Denominación Común Internacional, se constituyó en uno de los pilares de la política sanitaria de la gestión del Dr. Ginés González García —por entonces ministro de Salud de la Nación—, impulsor del proyecto de ley, quien señalaba “lo que cura no es la marca sino el remedio, y el verdadero nombre del remedio es el nombre genérico”.

Esta ley colocó a los medicamentos en el verdadero valor de bien social, reivindicando a la salud como derecho humano inalienable, al tiempo que jerarquizó el rol del farmacéutico como agente de salud, labor para la cual se prepara durante años de formación profesional.

Por su seguridad, adquiera sus medicamentos solo en la farmacia.


Hasta nuestro próximo encuentro.