Por Ester Stekelberg
stekelberg@gmail.com
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Las orejas memoriosas
de Hipótesis y de esta contratapa, recordarán que la semana pasada, cuando
difundíamos a Joan Manuel Serrat y su magnífico “Disculpe el señor”, surgió el
tema de porqué lo teníamos “en capilla” al catalán.
Y explicábamos que en
su momento, tanto Serrat como Sabina, aceptaron realizar un concierto en Tel
Aviv en junio de 2012 sin hacer caso, sin siquiera responder a la campaña de
firmas lanzada por la RESCOP, Red Solidaria contra la ocupación de Palestina,
solicitándoles que no cantasen en ese país colonialista que impone el apartheid
contra el pueblo palestino.
En un video de tres
minutos que expone las consecuencias de la ocupación israelí en Cisjordania y la realidad en la que viven los
palestinos, se les pide a Serrat y a Sabina que boicoteen a Israel porque
"viola sistemáticamente el derecho internacional y los derechos del pueblo
palestino".
Hace algunos años se
publicó una carta abierta en Argentina, solicitándole a Mercedes Sosa que no se
presentara en Israel. Y también el año pasado se hizo lo propio con el grupo andaluz
Chambao, usted sabe, el del tema Papeles Mojados, súper difundido en las redes
sociales y que causara gran impacto y conmoción, cantando al dolor de los
inmigrantes clandestinos que suelen morir en el mar buscando la libertad y escapando
de la miseria de sus países.
“Muchos no llegan,
se hunden sus sueños
papeles mojaos,
papeles sin dueño…”
se hunden sus sueños
papeles mojaos,
papeles sin dueño…”
Hace apenas dos semanas, en la céntrica plaza Tirso de
Molina en Madrid, se concentraba un centenar de personas en solidaridad y en
respuesta al llamamiento desde el pueblo palestino al Boicot, Desinversiones y
Sanciones al Estado de Israel. En esta ocasión se presentaba “Mayumana”, un grupo
israelí que Rosario descubrió allá por principios de los 90.
Apenas algunos ejemplos de la campaña BDS, del que ya
hemos hablado varias veces en esta contratapa, la última, hace unos meses
cuando se les pedía a los equipos españoles de futbol no ir a jugar encuentros
amistosos con equipos israelíes. El slogan rezaba: “¡Sacá la tarjeta roja a la
colonización!” y relataba en el comunicado que el caso del futbolista Mahmoud Sarsak es especialmente significativo. Fue detenido mientras se
trasladaba de su ciudad natal en Gaza a Nablús, en Cisjordania, donde iba a
empezar a jugar para el equipo Balata Youth. En este desplazamiento fue
detenido por las fuerzas israelíes y encarcelado durante tres años aplicándole
la detención administrativa, mecanismo israelí que permite encarcelar durante periodos de seis
meses renovables indefinidamente sin pruebas ni juicio. Ante esta violación de
los derechos humanos, como muchos otros presos políticos inició una huelga de
hambre que duró tres meses. Las secuelas de tanto tiempo sin comer y de las
torturas físicas y mentales que sufrió en prisión las arrastrará el resto de su
vida.
Personalidades de todo el mundo dedicadas al arte y la
cultura han tomado conciencia de esta estrategia y han manifestado públicamente
su negativa a actuar en Israel. Entre las más conocidas figuran Elvis Costello,
Emma Thompson, Roger Waters, Eduardo Galeano, Santana, Pixies, Mike Leigh, Ken
Loach, Snoop Dogg, Jean-Luc Godard, Brian Eno entre muchos otros.
Omar Barghouti, investigador palestino independiente,
fundador de la Campaña por el Boicot Académico y Cultural de Israel (PACBI por
sus siglas en inglés), explica minuciosamente en un escrito el porqué de la
campaña BDS. Leemos un pequeño párrafo: “Enfrentados a la abrumadora opresión
de Israel, los palestinos que sufren la ocupación, los de los campos de
refugiados y los que habitan en el corazón de la característica forma de
apartheid del estado hebreo se vuelven cada vez más hacia el mundo en busca de
comprensión, de compasión y, lo que es más importante, de solidaridad. No
mendigamos simpatía. Nos ofenden profundamente las actitudes paternalistas
porque ya no somos una nación de víctimas desventuradas. Estamos resistiendo la
opresión colonial y racial, aspiramos a obtener justicia y una paz auténtica.
Por encima de todo, luchamos por el principio universal de una humanidad
igualitaria”, dice el intelectual.
¿Y porqué traemos este tema a la contra de hoy?,
porque la justicia a veces nos sorprende gratamente.
El miércoles último, 20 de noviembre, el Tribunal de Casación francés
(órgano judicial de más alto nivel) ha desestimado las apelaciones de distintas
organizaciones proisraelíes francesas contra Olivia, una militante de la causa
palestina, a raíz de la sentencia del Tribunal de Apelación de París en 2012 en
favor de las y los militantes del boicot a Israel, precediendo ésta a un primer
juicio en 2011 a favor de los militantes.
Así pues las tres instancias de la justicia francesa han rechazado
considerar las alegaciones de los atacantes. Estos lobbys no han conseguido
hacer pasar el llamamiento al boicot como odio racial o como un llamamiento a
la discriminación y sus demandas han sido consideradas inadmisibles por el
Tribunal de Casación.
Olivia Zémor, presidenta de la Coordinadora euro
palestina de Llamamientos por una Paz justa en Medio oriente, era juzgada por
haber puesto en internet el video de una acción BDS realizada en Evry, barrio
de los suburbios parisinos, en julio de 2009.
Leemos una partecita del comunicado
que la campaña BDS Francia dio a conocer tras el
fallo de la justicia gala: “La campaña BDS Francia, celebra esta nueva victoria
jurídica y llama a todas y todos los ciudadanos de conciencia a boicotear a
Israel, sus productos y sus instituciones en tanto que este país no respeta el
derecho internacional y los derechos legítimos del pueblo palestino. Y puesto
que nuestros gobiernos no toman medidas responsables, como lo ha demostrado de
nuevo la visita de François Hollande a Israel, es nuestro deber actuar.
Para terminar le dejo un Galeano de cabecera, el que nos hace entender, el
que nos explica el horror con poesía. Escuche.
“Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo
la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa. No hay
guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para
evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak
invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado
otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica
por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de
persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los
palestinos al acecho. Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni
las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de
los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y
es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros. ¿Quién le
regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con
que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido
bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno
británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la
tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz
verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional
de sus vasallos? El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo,
sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se
llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales”