ALGO DE JUSTICIA JUSTA



Por Ester Stekelberg 
stekelberg@gmail.com

Las orejas memoriosas de Hipótesis y de esta contratapa, recordarán que la semana pasada, cuando difundíamos a Joan Manuel Serrat y su magnífico “Disculpe el señor”, surgió el tema de porqué lo teníamos “en capilla” al catalán.

"Contratapa", emitida en "Hipótesis" el lunes 25 de noviembre de 2013.



Y explicábamos que en su momento, tanto Serrat como Sabina, aceptaron realizar un concierto en Tel Aviv en junio de 2012 sin hacer caso, sin siquiera responder a la campaña de firmas lanzada por la RESCOP, Red Solidaria contra la ocupación de Palestina, solicitándoles que no cantasen en ese país colonialista que impone el apartheid contra el pueblo palestino.

En un video de tres minutos que expone las consecuencias  de la ocupación israelí en Cisjordania y la realidad en la que viven los palestinos, se les pide a Serrat y a Sabina que boicoteen a Israel porque "viola sistemáticamente el derecho internacional y los derechos del pueblo palestino".

Hace algunos años se publicó una carta abierta en Argentina, solicitándole a Mercedes Sosa que no se presentara en Israel. Y también el año pasado se hizo lo propio con el grupo andaluz Chambao, usted sabe, el del tema Papeles Mojados, súper difundido en las redes sociales y que causara gran impacto y conmoción, cantando al dolor de los inmigrantes clandestinos que suelen morir en el mar buscando la libertad y escapando de la miseria de sus países.  

“Muchos no llegan,
se hunden sus sueños
papeles mojaos,
papeles sin dueño…”

Hace apenas dos semanas, en la céntrica plaza Tirso de Molina en Madrid, se concentraba un centenar de personas en solidaridad y en respuesta al llamamiento desde el pueblo palestino al Boicot, Desinversiones y Sanciones al Estado de Israel. En esta ocasión se presentaba “Mayumana”, un grupo israelí que Rosario descubrió allá por  principios de los 90.

Apenas algunos ejemplos de la campaña BDS, del que ya hemos hablado varias veces en esta contratapa, la última, hace unos meses cuando se les pedía a los equipos españoles de futbol no ir a jugar encuentros amistosos con equipos israelíes. El slogan rezaba: “¡Sacá la tarjeta roja a la colonización!” y relataba en el comunicado que el caso del futbolista Mahmoud Sarsak es especialmente significativo. Fue detenido mientras se trasladaba de su ciudad natal en Gaza a Nablús, en Cisjordania, donde iba a empezar a jugar para el equipo Balata Youth. En este desplazamiento fue detenido por las fuerzas israelíes y encarcelado durante tres años aplicándole la detención administrativa, mecanismo israelí que permite encarcelar durante periodos de seis meses renovables indefinidamente sin pruebas ni juicio. Ante esta violación de los derechos humanos, como muchos otros presos políticos inició una huelga de hambre que duró tres meses. Las secuelas de tanto tiempo sin comer y de las torturas físicas y mentales que sufrió en prisión las arrastrará el resto de su vida.

Personalidades de todo el mundo dedicadas al arte y la cultura han tomado conciencia de esta estrategia y han manifestado públicamente su negativa a actuar en Israel. Entre las más conocidas figuran Elvis Costello, Emma Thompson, Roger Waters, Eduardo Galeano, Santana, Pixies, Mike Leigh, Ken Loach, Snoop Dogg, Jean-Luc Godard, Brian Eno entre muchos otros.        

Omar Barghouti, investigador palestino independiente, fundador de la Campaña por el Boicot Académico y Cultural de Israel (PACBI por sus siglas en inglés), explica minuciosamente en un escrito el porqué de la campaña BDS. Leemos un pequeño párrafo: “Enfrentados a la abrumadora opresión de Israel, los palestinos que sufren la ocupación, los de los campos de refugiados y los que habitan en el corazón de la característica forma de apartheid del estado hebreo se vuelven cada vez más hacia el mundo en busca de comprensión, de compasión y, lo que es más importante, de solidaridad. No mendigamos simpatía. Nos ofenden profundamente las actitudes paternalistas porque ya no somos una nación de víctimas desventuradas. Estamos resistiendo la opresión colonial y racial, aspiramos a obtener justicia y una paz auténtica. Por encima de todo, luchamos por el principio universal de una humanidad igualitaria”, dice el intelectual.

¿Y porqué traemos este tema a la contra de hoy?, porque la justicia a veces nos sorprende gratamente.

El miércoles último, 20 de noviembre, el Tribunal de Casación francés (órgano judicial de más alto nivel) ha desestimado las apelaciones de distintas organizaciones proisraelíes francesas contra Olivia, una militante de la causa palestina, a raíz de la sentencia del Tribunal de Apelación de París en 2012 en favor de las y los militantes del boicot a Israel, precediendo ésta a un primer juicio en 2011 a favor de los militantes.

Así pues las tres instancias de la justicia francesa han rechazado considerar las alegaciones de los atacantes. Estos lobbys no han conseguido hacer pasar el llamamiento al boicot como odio racial o como un llamamiento a la discriminación y sus demandas han sido consideradas inadmisibles por el Tribunal de Casación.

Olivia Zémor, presidenta de la Coordinadora euro palestina de Llamamientos por una Paz justa en Medio oriente, era juzgada por haber puesto en internet el video de una acción BDS realizada en Evry, barrio de los suburbios parisinos, en julio de 2009.

Leemos una partecita del  comunicado que la campaña BDS Francia dio a conocer tras el fallo de la justicia gala: “La campaña BDS Francia, celebra esta nueva victoria jurídica y llama a todas y todos los ciudadanos de conciencia a boicotear a Israel, sus productos y sus instituciones en tanto que este país no respeta el derecho internacional y los derechos legítimos del pueblo palestino. Y puesto que nuestros gobiernos no toman medidas responsables, como lo ha demostrado de nuevo la visita de François Hollande a Israel, es nuestro deber actuar.

Para terminar le dejo un Galeano de cabecera, el que nos hace entender, el que nos explica el horror con poesía. Escuche.   

“Los colonos invaden, y tras ellos los soldados van corrigiendo la frontera. Las balas sacralizan el despojo, en legítima defensa. No hay guerra agresiva que no diga ser guerra defensiva. Hitler invadió Polonia para evitar que Polonia invadiera Alemania. Bush invadió Irak para evitar que Irak invadiera el mundo. En cada una de sus guerras defensivas, Israel se ha tragado otro pedazo de Palestina, y los almuerzos siguen. La devoración se justifica por los títulos de propiedad que la Biblia otorgó, por los dos mil años de persecución que el pueblo judío sufrió, y por el pánico que generan los palestinos al acecho. Israel es el país que jamás cumple las recomendaciones ni las resoluciones de las Naciones Unidas, el que nunca acata las sentencias de los tribunales internacionales, el que se burla de las leyes internacionales, y es también el único país que ha legalizado la tortura de prisioneros. ¿Quién le regaló el derecho de negar todos los derechos? ¿De dónde viene la impunidad con que Israel está ejecutando la matanza de Gaza? El gobierno español no hubiera podido bombardear impunemente al País Vasco para acabar con ETA, ni el gobierno británico hubiera podido arrasar Irlanda para liquidar a IRA. ¿Acaso la tragedia del Holocausto implica una póliza de eterna impunidad? ¿O esa luz verde proviene de la potencia mandamás que tiene en Israel al más incondicional de sus vasallos? El ejército israelí, el más moderno y sofisticado del mundo, sabe a quién mata. No mata por error. Mata por horror. Las víctimas civiles se llaman daños colaterales, según el diccionario de otras guerras imperiales”