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Ayer domingo, ayer 3
de noviembre, cuando esta contratapa pensaba que se cumplía un nuevo
aniversario de la voladura intencional de la fábrica militar de Río Tercero,
cuando pensaba que ya eran 18 años y que sin embargo seguía teniendo en la
cabeza las imágenes imborrables del desastre, ayer 3 de noviembre, las radios
francesas anunciaban el asesinato de dos periodistas de RFI, Radio Francia
Internacional, en el Norte de Mali, en Kidal, a 1 200 km de Bamako.
En este aniversario, “sin
actos ni marchas”, Río Tercero acudió a la misa en recordación, que como todos
los años se realiza a las nueve de la mañana, hora en que comenzaron las
explosiones, que en realidad empezaron minutos antes.
Sin embargo, Río
Tercero no se queda sólo en una misa. Y habla. Y dice que la causa está
paralizada, que la justicia no avanza y que hasta ahora los 7 muertos no
descansan en paz.
En el norte de Mali,
Ghislaine Dupont periodista de 57 años y Claude Verlon, técnico de 55,
profesionales con vastísima experiencia en la cobertura de conflictos bélicos,
fueron secuestrados el sábado a mediodía cuando terminaban de realizar un
reportaje a un representante tuareg. Sus cuerpos fueron encontrados dos horas
más tarde, habían sido ejecutados. Tampoco estos cuerpos descansan en paz.
Hoy lunes, los querellantes agrupados en la querella a cargo de los
abogados Horacio Viqueira y Auhka Barbero, que como usted recuerda son los
abogados que patrocinaron hasta su fallecimiento a la doctora Ana Gritti y hoy
representan a sus hijas, se presentaron ante el juez federal de Río Cuarto y
pidieron la inmediata elevación a juicio oral del ex presidente Carlos Saúl
Menem como principal imputado por la causa.
En este sentido los abogados expresaron que: “En efecto, la clara y
contundente acusación radica en que la explosión premeditada de barriles de
trotyl ocurrida en la planta de Carga de la Fábrica Militar Río Tercero, la
cual generó la posterior explosión de otras dependencias de dicha fábrica, fue realizada con el único propósito de
ocultar un faltante de armas y municiones de la fábrica, las cuales, como ha
quedado probado, fueron vendidas a Croacia y Ecuador con la
central participación de quien fuera en ese entonces Presidente de la
Nación".
El 3 de noviembre de 1995, unos minutos antes de las 9 de una calurosa
mañana, la planta de carga de la Fábrica Militar de Río Tercero, comenzó a
explotar. La explosión que no sólo destruyó la fábrica, sino que ocasionó daños
irreparables con pérdidas de vidas, destrucción de varios barrios y por sobre
todo las secuelas psicológicas en todo un pueblo, fue provocada para ocultar el
tráfico ilegal de armas a Croacia y Ecuador.
Armas cuyo destino declarado era Panamá y Venezuela. Fue Carlos Saúl Menem quien firmó el decreto
de la venta de armas. Es Carlos Saúl Menem y toda su impunidad, el responsable
de tanta destrucción y muerte.
Hoy lunes, los compañeros de la redacción de Radio France Internacional,
sección África, viajaron a Mali a recuperar los cuerpos de Ghislaine Dupont,
muerta de dos balazos en el pecho y de Claude Verlon, de tres balazos en la
cabeza, cuando realizaban su tarea de informar. Fueron masacrados seguramente
en nombre de los intereses de alguna guerra.
Ya lo dijo don Mario, el Benedetti nuestro:
“… por último llegaron los verdugos sonrientes,
los muchachos de dios y cocacola,
por piedad arrojaron las bombas,
a cada aldea le dieron su sagrado napalm
y a cada cadáver su mejor padrenuestro…”
y a cada cadáver su mejor padrenuestro…”