La
humedad, el clima cálido y las lluvias aceleran la eclosión de los huevos
que ponen los mosquitos en los reservorios de agua, tanto los de la
especie Culex como los Aedes Aegypti, que transmiten el dengue.
Microprograma emitido en "Hipótesis" el sábado 8 de febrero de 2014.
Los Culex,
que son los mosquitos más comunes, pican mucho y resultan molestos pero no
implican un riesgo para la salud y la única recomendación es el uso de
repelentes, aerosoles o tabletas ahuyentadoras.
El mosquito Aedes Aegypti, en cambio, sí acarrea un riesgo severo para la salud pues es el transmisor del dengue, enfermedad que todavía no cuenta con una vacuna efectiva.
Para prevenir la proliferación de este mosquito es imprescindible:
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Eliminar o poner bajo techo todos los
objetos que acumulen agua. También hay que limpiar las canaletas y tapar
tanques y cisternas.
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En caso de tener piletas de lona u otro tipo,
mantenerlas cloradas y limpias.
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Mantener el pasto corto.
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En el interior de las viviendas, cambiar
asiduamente el agua de floreros y recipientes donde beben las mascotas.
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Colocar mosquiteros en puertas, ventanas y
rejillas.
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Usar aerosoles repelentes, tabletas
insecticidas o espirales.
El dengue
es una enfermedad viral que se manifiesta con aumento de la temperatura a más
de 38 grados, decaimiento, dolores de cabeza, musculares y articulares
intensos, dolores detrás de los ojos, diarreas y vómitos. No se transmite
de persona a persona, solo se contrae al ser picado por un mosquito que
antes picó a una persona infectada.
Ante
estos síntomas, no deben automedicarse tomando aspirinas o ibuprofeno. Es
necesario realizar —de inmediato— una consulta a un Centro de Atención Primario
de la Salud , al
hospital más cercano al domicilio o a su farmacéutico de confianza.
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Por
su seguridad, adquiera sus medicamentos solo en la farmacia.
Hasta
nuestro próximo encuentro.