La administración de
medicamentos de venta bajo receta a los niños siempre debe hacerse bajo
estricta recomendación médica. Sin embargo, ello no significa que los fármacos
de venta libre se encuentren exentos de riesgos, es conveniente que su
administración se realice tomando ciertas precauciones. De lo contrario pueden
producirse efectos no deseados en la salud de los menores.
Microprograma
emitido en “Hipótesis” el sábado 24 de enero de 2015.
A continuación, algunas
recomendaciones para que sus niños se encuentren más protegidos:
1.
Lea siempre la información contenida en el prospecto del medicamento para confirmar cuál es la dosis a administrar y cada cuánto tiempo
debe repetirla. También tome conocimiento sobre los posibles efectos adversos y
contraindicaciones.
2.
Conozca cuál es el principio activo del medicamento, ello le permitirá saber —en el caso de que utilice
dos medicamentos o más— si ese principio activo está presente en algún otro
medicamento, para evitar repetir la dosis.
3.
Suministre a su niño el medicamento adecuado en la cantidad debida. No todos los medicamentos, aun cuando sean de venta
libre, están indicados para un recién nacido o un niño, por lo que es
importante consultar al médico o farmacéutico. Nunca debe usarse una dosis
mayor que la indicada.
4.
Esté prevenido sobre las posibles interacciones medicamentosas. Es muy importante que consulte con el pediatra para
que le indique cuáles medicamentos pueden interactuar con otros y cuáles no.
5.
Utilice el instrumento medidor (gotero o vasito dosificador) que viene con
determinados medicamentos. Una cuchara de cocina, por ejemplo, podría contener una cantidad indebida de medicamento.
6.
Los niños no son “pequeños adultos”. Si la dosis que corresponde a la edad o al peso no aparece indicada,
consulte con su médico o farmacéutico.
7.
Utilice siempre tapas que sean difíciles de abrir para los niños. Después de cada uso, vuelva a cerrar bien la tapa.
8.
Guarde todos sus medicamentos en un lugar seguro. Si su niño ingiere una cantidad excesiva de un
medicamento, comuníquese con su pediatra o con el Centro Nacional de Intoxicaciones,
al teléfono 0800-333-0160
9.
Examine el medicamento tres veces para comprobar que no tenga señales de haber
sido manipulado ni dañado. En el
momento de adquirir el medicamento, examine el empaque exterior y compruebe que
no tenga cortes, tajos ni desgarraduras. Luego, una vez en su casa, asegúrese
de que la tapa y el sello no se encuentren rotos. Finalmente, examine el color,
la forma, el tamaño y el olor del medicamento. Si observa algo diferente o
fuera de lo común, consulte con el pediatra o el farmacéutico.
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Hasta
nuestro próximo encuentro.