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Si hay algo que puede visibilizar
fuertemente el descontento popular en esta Francia primaveral que vive una crisis,
tal vez de las más duras en lo que va de la década, es la Tour Eiffel cerrada
por huelga del personal.
AUDIO: http://www.goear.com/listen/1885f4b/150411-contratapa-
“Contratapa”,
columna de opinión emitida en “Hipótesis” el sábado 11 de abril de 2015.
Una visión que deja
boquiabierto al visitante desprevenido, en su gran mayoría turistas, que no
pueden creer lo que ven sus ojitos, frente a carteles indicando que el personal
de recepción y técnico de la espigada señora, ícono de la capital francesa, adhiere
al paro organizado por cuatro centrales sindicales contra las políticas de
austeridad del gobierno y que van a tener que pegar la media vuelta e irse
silbando bajito, al menos hasta el día siguiente.
Pasó el jueves último.
Y si bien, la visión de la
Tour Eiffel nos habla en particular de la capital francesa,
el acatamiento a la medida de fuerza tuvo altísimos índices en toda Francia,
desde las más importantes ciudades, Paris, Lille, Lyon, Bordeaux, por citar
algunas, hasta en pueblos más pequeños, en donde el descontento también tomó
las calles por asalto.
Parafraseando al
poeta, tras un invierno tan largo, cuatro centrales sindicales francesas, la CGT , FO, FSU (Federación
Sindical Unitaria) y Solidaires, llamaron
a un paro de actividades contra las políticas de austeridad, la ley Macron, de
la que hablaremos en unos instantes, por el empleo y por la reconstrucción y en
defensa de los servicios públicos. Volviendo al principio y sólo a título de
ejemplo, entre el personal de la
Tour Eiffel , tuvo un acatamiento del 90%.
Maestros, trabajadores
de la salud, empleados públicos, trabajadores del sector privado, empleados de
comercio, ferroviarios, transportistas, desocupados, sin papeles, ganaron las
calles de todo el país galo, contra los recortes del gasto
público, el aumento de la edad jubilatoria y la flexibilización laboral, entre
otras reivindicaciones.
Volviendo a la capital, además de lo anecdótico de la Tour Eiffel cerrada
por acatamiento al paro, hubo algo que marcó singularmente esta medida de
fuerza, la presencia de los empleados de Radio France, es decir la radio
pública francesa, que desde hace 25 días, lleva adelante una medida de fuerza,
histórica por la duración y por la firmeza de sus reclamos.
“Hollande, Valls y Macron al servicio del patrón”,
rezaba una de las pancartas más impresionantes que --atravesando la calle de
vereda a vereda-- era sostenida por una parte del cortejo que había partido del
sudeste capitalino, Place d’Italie.
La ley Macron contra la que se manifestaba, presentada
a fines del año pasado por el ministro de economía Emmanuel Macron, 36 años, ex
“brillante” banquero, que como dicen por acá, murmuraba al oído del presidente Hollande
y cuyo proyecto fue aprobado por “decretazo”, gracias a una ley que permite al
primer ministro hacer pasar una ley a senadores sin necesidad de que se discuta
en diputados, es, según el relato oficial, una ley “para el crecimiento, la
actividad y la igualdad de posibilidades económicas”. La realidad, es
lógicamente otra. Esta ley que responde a las exigencias ultra liberales de la Comisión Europea ,
que ordena “reformas más claras y precisas”, afecta a un abanico heterogéneo de
sectores que va desde el comercio (apertura los domingos) hasta las profesiones
jurídicas, tarifas de autopistas, aeropuertos, abriendo la competencia y
demostrando que Francia es una buena alumna. Las patronales, agradecidas. Los
socialistas rebeldes (¡que los hay!) la calificaron como de “regresión social”.
En efecto, los recortes presupuestarios en la administración del estado, golpearán
duramente a las colectividades locales (que son las que hoy en día sacan las
papas del fuego), que ya sufrieron el despojo durante el gobierno del
derechista Sarkozy y que continúa en éste que se dice socialista.
Volviendo al paro de actividades de los trabajadores
de la radio pública, medida de fuerza emblemática y ostensible ya que ha silenciado
una gran parte del aire en todas sus emisoras, las nacionales y las locales, es
la respuesta al anunciado gran recorte presupuestario que apunta, entre otros
objetivos, a la unificación de las redacciones, retiros voluntarios,
eliminación de puestos de trabajo y que ni menciona, como se podía imaginar, a
los siderales salarios jerárquicos.
Capítulo aparte para la reunión del 7 de abril, previa
a la movilización. Diversos partidos políticos de izquierda, sindicatos y organizaciones
sociales, una esperanzadora reunión, tras el nefasto resultado electoral de las
departamentales del 22 y 29 de marzo que volcó al electorado a la derecha y a
la ultraderecha), a iniciativa del colectivo
--cuyo nombre, para nosotros argentinos, tiene un
tenebroso significado--, 3A, Alternativa a la austeridad, que reunió al Nuevo
Partido Anticapitalista, al Partido de Izquierda, al Ensemble (Juntos), una
parte del Partido Socialista y como decíamos algunos sindicatos y organizaciones
sociales, para discutir la tan mentada ley Macron y los pasos a seguir para impedir
que sea adoptada por el senado.
Unas 80 manifestaciones atravesaron esta primavera
francesa contra la austeridad, reivindicando los derechos de los trabajadores
asalariados, de los sin trabajo. Repudiando los dichos del ministro yuppie
Macron, que supo elogiar a los ingleses por la suerte de haber tenido alguien
al frente como Margareth Thatcher. Y que aconseja a los jóvenes de hacerse millonarios.