CRUCIALES ELECCIONES EN ESPAÑA

Por Miguel Angel Ferrari
miguelferrari@gmail.com

Mañana —domingo 24 de mayo— se realizarán elecciones en España. Se trata de comicios municipales y autonómicos con 36 millones de ciudadanos inscriptos para votar.
Con la excepción de las regiones de Galicia, el País Vasco, Cataluña y Andalucía, las restantes 13 regiones autónomas concurrirán a las urnas. También lo harán en más de ocho mil municipios y 3.500 localidades menores.


“Con los Ojos del Sur”, columna de opinión emitida el sábado 23 de mayo de 2015.
Como es de imaginar, en medio de la profunda crisis socio-económica por la que atraviesa España, estas elecciones trascienden largamente los marcos regionales y municipales; constituyéndose en plebiscitarias respecto a las políticas de austeridad impuestas por el derechista Partido Popular en el gobierno.

Si bien —a nivel macroeconómico— el pasado año 2014 registró un incremento del 1,4 por ciento del Producto Interno Bruto, las cifras de desocupación y pobreza muestran crudamente que para la inmensa mayoría de la población española ese incremento no se ve reflejado en su deteriorado nivel de vida.

¿Cuánta gente hay en España que no puede conectar la calefacción; disfrutar de una semana de vacaciones; comer carne o pescado tres veces por semana; ni puede pagar gastos imprevistos?

Según la Red Europea de Lucha contra la Pobreza, en 2013 había en España cerca de 13 millones de personas pobres (comprendidas en esas privaciones), algo más del 27 por ciento de la población. En tanto que —desde 2009— la cantidad de pobres ha aumentado más de 2,5 puntos porcentuales, por las políticas de ajuste impuestas por la troika; esto es, el Fondo Monetario Internacional, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.

A este respecto es necesario decir que incluso en los años de crecimiento económico, las tasas de pobreza no solo que no se redujeron, sino que aumentaron.

¿Por qué si aumenta el crecimiento económico no disminuye la desocupación y la pobreza?

Por la sencilla razón que a las clases dominantes lo que más le preocupa es aumentar la tasa de ganancia, aún a riesgo de posibles estallidos sociales o de elecciones que arrojen resultados comprometedores para sus políticas.

Si, en el caso que nos ocupa, le añadimos —además— que el capitalismo español es corrupto, un capitalismo de amigotes fruto de cuatro décadas de funesta dictadura, se explica mejor por qué en España avanza la desigualdad a mayor velocidad que en la mayoría de los países del resto de Europa.

Es, precisamente, en este marco en que mañana se realizarán las elecciones regionales y municipales.

Estos comicios vienen precedidos por las elecciones al Parlamento Europeo y las relativamente recientes elecciones autonómicas de Andalucía, que alumbraron el surgimiento de dos fuerzas político-partidarias que pusieron en cuestión el bipartidismo que emergió en 1977 luego de los pactos de la Moncloa (que fueron dos).

“Podemos” y “Ciudadanos”, son estas dos fuerzas que a nivel nacional disputarán mañana con el gobernante Partido Popular y el socialdemócrata Partido Socialista Obrero Español (que de socialista y obrero tiene bastante poco).

“Podemos”, más conocida internacionalmente, es el resultado de aquellas multitudinarias concentraciones de indignados, que hace cuatro años ocuparon todas las plazas españolas, cuestionando las políticas neoliberales del gobierno “socialista” de José Luis Rodríguez Zapatero, profundizadas luego por el actual jefe de Gobierno, el derechista Mariano Rajoy.

Esta entidad política tuvo un muy buen despeño en las mencionadas elecciones al Parlamento Europeo y también en las autonómicas de Andalucía, ganadas por el PSOE.

Su programa que es contrario al salvaje ajuste impuesto por la Troika, se ha ido moderando en relación inversamente proporcional a las posibilidades de acceder a importantes peldaños de gobierno. Esta tendencia, en los últimos días, se cobró la renuncia del número tres del partido, Juan Carlos Monedero, quien se alejó de la conducción de Podemos, aunque permanecerá como afiliado. Ayer Monedero estuvo presente en el acto de cierre de campaña en Madrid.

La dimisión de Monedero se produjo después de que en una entrevista, haya lamentado que “Podemos” se parezca a veces a aquellos a quienes pretendía sustituir, y haya reivindicado la necesidad de volver a los orígenes y raíces del partido. En tanto Pablo Iglesias, el líder de esta formación, relativizó el impacto aceptándola de manera amistosa.

La otra organización emergente es —como decíamos— “Ciudadanos” o, para ser más precisos el Partido de la Ciudadanía.

Con cierta frecuencia, se suele identificar a este partido con “Podemos”, quizás porque irrumpieron relativamente juntos en el escenario político español.

Pero debemos concluir que sus diferencias son abismales. “Ciudadanos” —surgido en Cataluña y luego extendido a toda España— se caracteriza por su rechazo al nacionalismo catalán y a todos los nacionalismos peninsulares. 

En el argot popular a “Ciudadanos” se lo denomina como "el partido del Ibex 35" (nombre del índice de la Bolsa de Madrid).

El establishment español —más preocupado por defender sus privilegios que por las formas— está operando a favor de esta agrupación, allí donde los partidos tradicionales no tienen las mejores posibilidades electorales.

No habría que descartar que, luego de las elecciones, haya componendas entre el Partido Popular o el PSOE y “Ciudadanos” para formar gobiernos regionales.

También podría haber acuerdos entre “Podemos” y el PSOE, con igual propósito. Aunque en este caso se descartan las posibilidades de acuerdos con el Partido Popular.

En cuanto a los pronósticos, todo indica que no se asistirá a una catástrofe total del bipartidismo. De todos modos, su desempeño estará recortado por la presencia de estos dos partidos no tradicionales.

Una posible excepción son las elecciones municipales en Barcelona. La coalición denominada “Barcelona en Comú”, con la participación de “Podemos”, “Iniciativa por Cataluña Verde”, “Izquieda Unida y Alternativa” y otras fuerzas, podría emerger como la lista más votada.

Esto sería —en gran parte— debido a la popularidad de su candidata a la alcaldía, Ada Colau, ex portavoz de la Plataforma de Víctimas de Hipotecas.

Si “Barcelona en Comú”, la CUP (Candidatura de Unidad Popular) y la Izquierda Republicana de Cataluña, consiguiesen sumar una mayoría de concejales, el Ayuntamiento de Barcelona podría tener a partir del 24 de mayo la administración más de izquierda en el Reino de España. Lo que tendría repercusiones mucho más allá de Barcelona y mucho más allá de Cataluña.