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Por Miguel Angel Ferrari
miguelferrari@gmail.com
El 23 de marzo
de 1980, Monseñor Óscar Arnulfo Romero y Galdámez, Arzobispo Metropolitano de
San Salvador, la capital de la
República de El Salvador, pronunció en la catedral capitalina
esta homilía que —con el correr del tiempo— fue denominada “Homilía del Fuego”.
Ese día se celebraba el Domingo de Ramos.
Al día
siguiente, mientras oficiaba misa en la capilla del hospital La Divina Providencia ,
un disparo hecho por un
francotirador impactó en su corazón provocándole la muerte.
Mañana, domingo 24 de mayo, exactamente a 35 años y dos meses
de su asesinato, Monseñor Óscar Romero será beatificado.
En la Iglesia Católica
Apostólica Romana, la beatificación es el paso previo a la canonización. Esto
es, a ser declarado santo.
El Papa Francisco activó este procedimiento, congelado
durante el papado conservador de Juan Pablo II. Papa éste infinitamente más
cercano al Opus Dei que a la
Iglesia que piensa en los pobres y en los humillados.
Monseñor Romero, desde hace mucho tiempo conocido como San
Romero de América, fue asesinado por indicación del mayor del Ejército
salvadoreño Roberto d'Aubuisson, fundador del derechista partido ARENA, uno
de cuyos presidentes —Francisco Flores—, detenido en su país por corrupción,
estuvo en nuestra ciudad en 2008 invitado por la Fundación Libertad.
Nuestro homenaje
a Monseñor Óscar Romero, quien más allá de su martirio sigue marcando el camino
del respeto a la vida, a la inclusión de los desposeídos y a la paz en Nuestra
América, siempre amenazada por el imperio norteamericano, corresponsable de
este magnicidio.
El tema que
acabamos de escuchar se titula “San Romero de América”, interpretan sus
autores… el grupo de música popular salvadoreña “Yolocamba I Ta”
Una producción de
Fernando Re.