VACACIONES EN GAZA

Por Ester Stekelberg
stekelberg@gmail.com

En este julio de 2015 que se va apagando, cuando por acá, por el Norte las vacaciones alcanzan su pico máximo, las rutas hacia los mares que bañan las costas francesas, están atosigadas de vehículos nerviosos e impacientes por llegar, en este julio, los palestinos también están de vacaciones. Sí, claro, las posibilidades del disfrute son, cuanto menos, un poquito diferentes.


“Contratapa”, columna de opinión emitida en “Hipótesis” el sábado 25 de julio de 2015.


En este julio de 2015, se cumplen 10 años del llamamiento de la sociedad civil palestina al BDS, como escribe Luz Gómez en el sitio de información eldiario.es: “siglas por las que se conoce la demanda de Boicot, Desinversión y Sanciones a Israel en tanto no cumpla con tres condiciones reconocidas por el derecho internacional: el fin de la ocupación de Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental, la satisfacción del derecho al retorno de los refugiados palestinos dispersos por el mundo y el fin de la discriminación que sufren los palestinos de nacionalidad israelí”

También en este julio 2015, se cumple un año del inicio de uno de los ataques israelíes más brutales contra la población de Gaza. Se trata de la operación “Margen protector”. Durante 55 días se sucedieron bombardeos e incursiones terrestres continuas dirigidos a zonas civiles de Gaza, destruyendo infraestructuras, como viviendas, hospitales y escuelas, donde murieron más de 2200 personas, entre ellas 551 menores y dejando más de 10 000 heridos.

Un año después, el bloqueo ilegal e inhumano que Israel impone a la población de Gaza ha impedido su reconstrucción, así como la provisión de materiales e instrumentos de primera necesidad.

Es julio en la franja de Gaza. Los niños disfrutan de sus vacaciones escolares, aún en el bloqueo. Tienen el mar en su prisión a cielo abierto. Las playas gazatíes, como si fueran las de Mar del Plata, parecen hormigueros ruidosos y multicolores. Las familias huyen del calor, de los cortes de electricidad y olvidan por unas horas el estrés de un año más de tantos años de guerra. Y, así como la gente común de todo el mundo, hace un parate en el trabajo y en el estudio, así, los palestinos, también lo hacen, eso sí, como lo cuenta el poeta gazatí Ziad Medoukh, “no hay lugares de turismo, no hay sitios históricos. Durante sus vacaciones escolares, los niños de Gaza no cuentan ni con clubes ni con estructuras educativas. Sólo algunas asociaciones que se ocupan de ellos y algunas bibliotecas públicas. El resto del tiempo, juegan en las calles, frente a sus casas, en barrios generalmente abarrotados o van con sus familias a la playa, donde se desarrollan las colonias de vacaciones o los campamentos de verano, organizados para ellos”

Ah sí, faltaba un pequeño detalle y así lo cuenta Medoukh: “acceder a la playa, ese lugar de recreo y de distensión, muchas veces es también peligroso y difícil, ya que la marina israelí, presente frente a las costas, podría fácilmente tirar contra los veraneantes” y esta contra agrega, ya lo hicieron, justo hace un año y mataron a cuatro pibes que jugaban al futbol en la playa. Tenían entre 9 y 11 años, pertenecían a la misma familia. Fueron atacados por la marina israelí. Los otros 12 compañeros resultaron heridos, uno de ellos de gravedad. El periodista Juan Gómez corresponsal en Gaza de El País de Madrid lo resumía en un tweet: “Israel acaba de bombardear un lugar lleno de niños a lado de nuestro hotel”, era el 16 de julio de 2014 a las 15.16.

Siguiendo con el aniversario de la campaña BDS, Luz Gómez describe: “en la década transcurrida, la campaña BDS ha transformado de manera radical el panorama de la lucha por la justicia en Palestina, tanto en el interior de la propia sociedad palestina como a nivel internacional”.

El BDS es un movimiento civil y pacífico, cuyo protagonismo está en manos de los ciudadanos. El ‘Llamamiento de la sociedad civil palestina al Boicot, Desinversión y Sanciones contra Israel hasta que cumpla con la ley internacional y los principios universales de los derechos humanos’ se publicó el 9 de julio de 2005 con el respaldo de 172 asociaciones, sindicatos, ONGs y partidos de toda tendencia, representantes de los distintos sustratos de la sociedad palestina (mujeres, jóvenes, trabajadores, refugiados, palestinos del interior de Israel, de los Territorios Ocupados y de la diáspora). Si bien las organizaciones palestinas abanderaron el Llamamiento, ninguna de ellas ha sustraído el protagonismo a los individuos, que de forma horizontal y en todo el mundo se organizan y protagonizan las distintas campañas de BDS. De este modo, dependiendo del contexto, se lanzan campañas de los distintos tipos de boicot (comercial, académico, cultural, deportivo), de desinversión (bancaria, financiera, empresarial) o para forzar a los organismos internacionales a que hagan efectivas las sanciones a Israel por el incumplimiento de sus compromisos legales. El Comité Nacional del Boicot (BNC, según sus siglas en inglés), con sede en Ramala, se encarga de la coordinación general”
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“Pero sin duda lo que mejor ejemplifica el carácter inclusivo del BDS es la participación en sus campañas de judíos de distinto origen, tanto israelíes (como los del grupo Boycott from Within) como estadounidenses (Jewish Voice for Peace) o de todas partes (Red de Judíos Anti sionistas, IJAN)”
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“También el BDS cultural vio crecer el número de artistas que se negaron a actuar en Israel (Elvis Costello, Carlos Santana), en la estela de la campaña iniciada por Roger Waters o Ken Loach. La agresión contra Gaza de 2014 allanó el camino del BDS en dos ámbitos que hasta la fecha habían resultado más complicados: el de las desinversiones y el de las sanciones. (…) En cuanto a las sanciones, tras la adhesión de Palestina a la Corte Penal Internacional en enero de 2015, las autoridades palestinas acaban de presentar la primera acusación formal contra Israel por crímenes de guerra y contra la humanidad” 

“El BDS es una estrategia, no un fin, indica la analista. Si triunfa, está llamado a desaparecer, pues halla su razón de ser en la lucha por la justicia y la reparación histórica en Palestina. En la medida en que se obtengan, el boicot, la desinversión y las sanciones no tendrán objeto, porque la justicia habrá llegado a Palestina”

“Por suerte existe el mar en la franja de Gaza, si no los palestinos se asfixiarían”, escribe el poeta. Los palestinos de Gaza esperan y esperan: esperan una apertura, esperan vivir una vida normal, esperan el fin del bloqueo, esperan pasar sus vacaciones como los otros y esperan la libertad y la paz”.