Esta última semana, hemos sido testigos de dos hechos gravísimos que
atañen a nuestra educación pública.
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Comunicado de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario, emitido en "Hipótesis" el sábado 15 de abril de 2017.
Esta última semana, hemos sido testigos de dos hechos gravísimos que
atañen a nuestra educación pública.
Por un lado, la represión —del pasado 9 de abril— a docentes en la Plaza
de los Dos Congresos, de Capital Federal, en plena instalación de una Escuela
Itinerante que pretendía hacer visible un reclamo más que justo, la apertura de
la paritaria nacional docente, cuyo fin es discutir los salarios de una manera
federal para que todos los docentes de nivel primario y secundario del país
tengan un piso salarial mínimo garantizado y por ende que todos los y las
estudiantes del país gocen de una misma calidad en su enseñanza.
Pero más grave aún fue la violación a la autonomía universitaria en la
Universidad Nacional de Jujuy, el jueves pasado, cuando quebrantando la Ley de
Educación Superior, agentes de la Policía Provincial irrumpieron en
instalaciones de la Universidad, sin ningún tipo de orden judicial y se
llevaron detenidos a dos estudiantes: Ignacio García y el Presidente del Centro
de Estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias, Joaquín Quispe, quienes
fueron prontamente liberados.
Repudiamos de la forma más enérgica estos hechos, que tienen una carga
simbólica y concreta aberrante y que nos retrotraen a las épocas más terribles
de nuestra historia reciente, como la noche de los bastones largos, cuando en
1966 las fuerzas armadas irrumpieron en las Universidades, para reprimir a toda
la comunidad educativa que se manifestaba contra un gobierno dictatorial.
Por eso nos plegamos al reclamo de sanciones a quienes autorizaron un
operativo policial en una Universidad, sin orden judicial y violando la ley de
educación superior.
Si estos hechos no son debidamente reprimidos, pueden transformarse en
el huevo de la serpiente, el inicio de una escalada represiva como las que ya
hemos vivido en nuestro país. La educación pública es del pueblo y todo el
pueblo debe defenderla.