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Como todos
sabemos, el ministro de Cultura de la
Nación , Pablo Avelluto, desplazó al titular del Instituto
Nacional de Cine y Artes Visuales (INCAA), Alejandro
Cacetta. Su argumento: una serie de
denuncias sobre irregularidades detectadas en el organismo.
"Apertura" del programa "Hipótesis", emitida el sábado 22 de abril de 2017.
Como todos
sabemos, el ministro de Cultura de la
Nación , Pablo Avelluto, desplazó al titular del Instituto
Nacional de Cine y Artes Visuales (INCAA), Alejandro
Cacetta. Su argumento: una serie de
denuncias sobre irregularidades detectadas en el organismo.
"Cuando
vos llegás a la administración pública —explicó el ministro— te vas a encontrar
con mucha gente que quiere que no cambien las cosas. Eso requiere un dosis de
audacia y Cacetta creo que se quedó corto". Y agregó "creo
que no se animó a meterse con los bolsones de irregularidades que subsisten en
el INCAA desde hace muchísimos años. Cacetta no volverá a estar al frente del
INCAA, independientemente del resultado que arroje la investigación que lleva
adelante la
Oficina Anticorrupción ”, concluyó.
Ratificando —en
los hechos— esta afirmación, el pasado lunes el ministro designó a Ralph Haiek como director del Instituto
de Cine, quien creará un nuevo equipo gerencial en torno a su figura. La
primera medida fue designar como gerente General del INCAA a Nicolás Yocca, un hombre del grupo
Clarín.
Por
su parte, la titular de la Oficina
Anticorrupción , Laura
Alonso, aseguró hoy que "hay muchas áreas opacas" en ese
organismo y adelantó que encararán junto al Ministerio
de Cultura de la Nación una
reforma "integral" del INCAA para "transparentar al máximo"
su funcionamiento.
Esta
funcionaria, a quien se le confeccionó a medida el cargo, modificándose la
exigencia de que el titular de la Oficina Anticorrupción
debe ser abogado o abogada, se caracteriza por su complacencia hacia las
actuales figuras gubernamentales incursas en presuntos delitos de corrupción.
Aunque en el caso de Cacetta, seguramente actuará con prontitud.
También
el ex ministro de Cultura
porteño y ex director artístico del Teatro Colón, Darío Lopérfido, tiró
munición gruesa contra el INCAA, pero no perderemos el tiempo en pesonas que
—como en este caso— le hacen honor a su apellido.
La
actitud macrista contra el titular del INCAA es la misma que asume contra los
docentes, se los responsabiliza de la escuela pública, mientras el gobierno la
destruye.
Es
la misma que ejerce contra los jueces honestos a los que no puede controlar, a
quienes amenaza con juicios políticos.
Es
la misma que pone de manifiesto, de manera represiva, contra las protestas
sociales. La policía que entra a las escuelas bonaerenses y de la ciudad de
Buenos Aires. La de la violación de la autonomía universitaria en Jujuy. La
golpiza en la carpa docente.
En
una excelente nota aparecida hoy en Página 12, el periodista Luis Bruschtein, realiza un paralelo entre el joven
Emanuel Balbo, linchado en el estadio Mario Kempes de Córdoba, con estas
actitudes que describíamos de la Alianza
Cambiemos.
Escribe Bruschtein: “Lengua
barrabrava: «El Incaa es una bolsa de lodo» afirmó como parte de ese
linchamiento Hernán Lombardi, que es una especie de jefe de la caza de brujas
como titular del Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, un comisario
político de facto de Cambiemos. La denuncia que lanzó Feinmann (el amarillista,
no el filósofo, aclaramos nosotros) era mentira —lo mismo que la acusación que
gritaron contra Balbo—, pero igual la afirmación de Lombardi se monta sobre lo
que dijo Feinmann y así se arma la bola que hubiera terminado con el
linchamiento moral de Cacetta y Rovito”.
Por
su parte, el desplazado Alejandro Cacetta fue absolutamente claro al señalar que la
denuncia en su contra —que motivó su apartamiento— pudo deberse a que “tal vez yo no acepté algún
manejo espurio que me proponían y pagué las consecuencias".
El
gobierno Nacional, a través del ministro Coordinador Marcos Peña, salió a
aclarar que no habrá que preocuparse, puesto que continuará funcionando la
modalidad de sustento del INCAA, como viene ocurriendo hasta el momento. Pero,
la comunidad cinematográfica de la
Argentina —en su inmensa mayoría— descree de tales
afirmaciones y se ha puesto en pie de guerra.
A
propósito de ello, quienes han tomado la defensa de cine nacional, señalan “el Fondo de Fomento de Cine es autárquico. Es
decir, que se autosustenta. El dinero no sale de los impuestos de la gente,
sino de inversiones privadas y de impuestos a multinacionales del sector
audiovisual (cines y cadenas de cine, televisión, radios, cableoperadores,
etc.). A estas empresas audiovisuales se les cobra un impuesto mínimo como
derecho a operar y hacer negocios en el país. Ese impuesto va al cine, o sea
que sale del cine y vuelve al cine... pero al nacional. Así es cómo el INCAA
financia los festivales, las películas y actividades. De alguna forma es como
decir: «Dejo que estrenes tu tanque de Hollywood y hacer negocios en nuestro
país, pero vas a aportar también un mínimo a nuestra producción y nuestra
cultura».
“El INCAA regula todo eso, da trabajo a
mucha gente y financia el Cine argentino, definiendo los proyectos por medio de
concursos. Gracias a eso existe el Cine Argentino, que nos representa en los
festivales de todo el mundo y lo ha hecho reiteradas veces en la entrega de los
Premios Oscar. Al no existir una industria tan fuerte en el país, es imposible
competir con Hollywood. Por eso, no somos el único país que posee un Instituto
de Cine. También lo tienen Francia, España y Colombia, por dar unos ejemplos.
“Pero existe una campaña mediática que
intenta confundirnos y hacernos creer otra cosa. El primer paso, fue difamar al
hasta hace días Presidente del INCAA (funcionario del gobierno, pero elegido en
consenso por diferentes actores de la Industria Audiovisual ).
El segundo paso será quitar el impuesto a los cableoperadores, o sea transferir
esos recursos a las multinacionales. Si eso sucede, el fomento al cine va a
desaparecer y chau cine argentino y trabajos de mucha gente. Cuando decimos
mucha, hablamos de miles. Personas y familias. El INCAA se convertirá solo en
un regulador de las corporaciones de afuera y no será más impulsor de nuestro
cine.
“¿Cómo pretenden lograr esto? Teniendo
apoyo de la ciudadanía. Y para eso mienten, armando operetas plagadas de
mentiras. Haciéndonos creer que al INCAA lo bancamos con nuestros impuestos. En
esa campaña mentirosa, utilizan falsas denuncias de corrupción, para controlar
a su gusto y vaciar el INCAA.
“La operación es tan escandalosa, que hasta
figuras cercanas al gobierno, como Adrián Suar y Juan José Campanella, han
salido a defender al Presidente del Instituto y al INCAA como entidad. Pero si
los ciudadanos engañados acompañan esta operación, el ente dejará de ser autárquico
y los fondos dejarán de financiar nuestro Cine, irán a los bolsillos de otros.
“Ese es el juego”.
Por su parte, Pablo Rovito, Rector de la Escuela Nacional
de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), luego de su renuncia
al cargo, en el marco de esta crisis provocada por el gobierno Nacional, envió
esta semana una carta al nuevo presidente del INCAA, Ralph Haiek,
En la misiva, el funcionario saliente
acusó de "caza de brujas", repudió informes periodísticos
"plagados de falsedades e inexactitudes" y cuestionó el criterio de
la designación del propio Haiek por ser parte de la misma gestión que hoy es
acusada por el Gobierno de corrupción, aunque niega dichas denuncias.
“Qué debería
pensar cuando veo que usted calla y otorga validez a estas acusaciones a
sabiendas de la inconsistencia y falsedad de las mismas?” señala el ex rector.
“¿Cómo podría
entender que no se está haciendo uso de esta perversa desinformación, llevada
adelante por miserables inescrupulosos, cuando usted y el Ministro de Cultura,
que conocen la situación no dicen nada al respecto?
Para finalizar, la frutilla del postre:
en un informe de la consultora FIEL, contratada por el gobierno Nacional sobre
una posible reforma tributaria, se propone la eliminación de impuestos
denominados de “bajo potencial recaudatorio”, entre ellos el 0,5 por ciento de
las publicidades que facturan las empresas concesionarias de canales o señales
audiovisuales.
Este 0,5 por ciento equivale a un monto
varias veces millonario. El 80 por ciento de ese impuesto proviene del grupo
Clarín, que sería el mayor beneficiario de esa supresión.
Luz, cámara… acción en la defensa del
cine nacional, una destrucción más de este gobierno neoliberal que se propone
cambiar… para mal, los logros alcanzados durante décadas por las luchas del
pueblo argentino.
Joan Manuel Serrat nos cuenta en “Los
fantasmas del Roxy” como demuelen un cine para construir allí una sucursal
bancaria.
Todo un símbolo, además de la nostalgia
por aquellos cines que se fueron.