ANIVERSARIO DEL PRIMER ROSARIAZO

Miguel Angel Ferrari
miguelferrari@gmail.com

Aún no se había cumplido el tercer año del golpe de Estado perpetrado por el general Juan Carlos Onganía, cuando el país —y particularmente Rosario— protagonizaron acciones masivas de resistencia a esa dictadura cívico-militar que dio en llamarse, nada menos, que “Revolución Argentina”.


"Apertura" emitida en "Hipótesis" el sábado 20 de mayo de 2017.
Aún no se había cumplido el tercer año del golpe de Estado perpetrado por el general Juan Carlos Onganía, cuando el país —y particularmente Rosario— protagonizaron acciones masivas de resistencia a esa dictadura cívico-militar que dio en llamarse, nada menos, que “Revolución Argentina”.

El Acta de la autodenominada “Revolución Argentina” fundamentó el movimiento militar en la falta de autoridad económica y política del gobierno del presidente Illia, que sumían al país en la inflación y la anarquía, y en la necesidad de que las Fuerzas Armadas ocuparan el vacío de poder para luego “procurar la modernización del aparato productivo mediante la remoción de las rígidas estructuras políticas y económicas anacrónicas, reordenar la sociedad y, en una tercera etapa, reponer en forma condicionada la vigencia de los mecanismos constitucionales”. En nombre de esos objetivos, la dictadura suprimió las libertades democráticas y los derechos políticos de numerosas organizaciones y personalidades, disolvió el Congreso y las legislaturas provinciales, prohibió y confiscó a los partidos políticos, persiguió a la militancia política y sindical e intervino violentamente las Universidades. En el plano de las relaciones internacionales, se abrió el período de mayor proximidad a los intereses económicos y geopolíticos de los Estados Unidos en la historia argentina. Actitud de subordinación que se profundizará luego con la dictadura genocida de 1976, con el gobierno de Carlos Menem —y sus relaciones carnales— y con el actual gobierno de Mauricio Macri.

Regresando a aquellos años hoy recordaremos el Primer Rosariazo, a 48 años de ese estallido que —junto al Cordobazo— marcaron el comienzo del fin del dictador Onganía.

Un fragmento de la cronología elaborada por los historiadores Leónidas Cerutti y Mirta Sellares, nos dará un contexto adecuado para analizar este importantísimo (y poco difundido) hecho histórico.

El 14 de mayo de 1969 — en Córdoba— 3500 obreros de la industria automotriz abandonan las fábricas ante la eliminación del "sábado ingles". Hay duros enfrentamientos con la policía que arrojan un saldo de 11 heridos y 26 detenidos. 

Al día siguiente, en Corrientes, tras el anuncio del aumento del 500 por ciento del vale del Comedor Universitario, los estudiantes repudian con una marcha esta medida. La represión policial provoca la muerte del estudiante Juan José Cabral. 

El 17 de mayo se inicia una protesta en el Comedor Universitario de Rosario en repudio al asesinato del estudiante Cabral en Corrientes. Desde el Comedor parte una marcha hacia la calle Córdoba. La policía reprime la marcha y —en medio de la represión— el oficial inspector Agustín Lezcano asesina a quemarropa, en la  Galería Melipal, al estudiante Adolfo Bello.

Distintos sectores sociales, gremiales y políticos rosarinos repudian el asesinato del estudiante Bello y el 20 de mayo las organizaciones  estudiantiles rosarinas anuncian una marcha del silencio para el día siguiente.

Héctor Quagliaro, histórico dirigente de ATE y secretario general de la regional Rosario de la CGT de los Argentinos, nos habla de este momento histórico.

El 21 de mayo esta marcha del silencio, con la participación de más de cuatro mil personas, de agrupaciones estudiantiles universitarias y secundarias y de la CGT de los Argentinos, hacen retroceder a las fuerzas represivas, que deciden acuartelarse en la vieja Jefatura de Policía de calle Santa Fe y Dorrego.

Esa noche, cae asesinado por la policía el obrero y estudiante Luis Blanco, de 15 años. Esta marcha del silencio con el valiente protagonismo de los manifestantes, que ocupó todo el casco céntrico de la ciudad, se transformó en lo que —a través de los años— será recordado como el Primer Rosariazo.

El 22 de mayo, desde la madrugada, Rosario es declarada zona de emergencia bajo jurisdicción militar. Al día siguiente, en Rosario y su cordón industrial se concreta un paro con alto acatamiento. Y más de 10.000 personas asisten al entierro del joven Blanco.

El 25 de mayo, en Rosario y localidades vecinas, numerosos sacerdotes se niegan a oficiar el tedéum tradicional.

Cuatro días más tarde, el 29 de mayo, estalla el Cordobazo. Una seguidilla de actos insurreccionales que hacen tambalear a la dictadura fundamentalista de Onganía. 

Estas acciones de masas y las que seguramente sobrevendrán en nuestro país, frente a las políticas neoliberales de exclusión y ajuste, movieron a esta reflexión, publicada en el libro “El 69. Huelga política de masas: Rosariazo – Cordobazo – Rosariazo”… sus autoras… Beba y Beatriz Balvé.

“La movilización implica un «nuevo tipo» de presencia de las fracciones dominadas. El comportamiento de las masas da cuenta de un proceso de sedimentación histórica a nivel de la conciencia. Hace referencia a la secuencia de experiencias de lucha a nivel mundial y local, que refiere a un proceso de formación de acumulación de fuerzas que se han ido transmitiendo a lo largo de la historia”.

La  construcción de una sociedad de colaboración, como contrapartida de esta sociedad meritocrática de explotación de unos seres sobre otros, es el resultado de profundas luchas que van mucho más allá de la negociación burocrática, encarnada por dirigentes alejados de sus representados; se trata de una puja dirigida al centro del poder, al poder mediático, al poder financiero, a un poder Judicial convertido en partido político.

Aquellas jornadas de los años ’69, con ser en gran medida espontáneas, contenían muchas veces de manera intuitiva ese cuestionamiento al sistema.

Son parte de lo mejor de nuestra historia.