NICARAGUA, SIN AUTORIDAD MORAL NO HAY LUCHA ANTIIMPERIALISTA

Movilizaciones estudiantiles en Nicaragua
Miguel Angel Ferrari
miguelferrari@gmail.com
"Con los Ojos del Sur", columna de opinión emitida en Hipótesis el sábado 28 de abril de 2018.


Una de las tareas más ingratas para un periodista que toda la vida ha defendido las luchas de los pueblos, es tener que abordar la situación en un país hermano como Nicaragua, donde el resultado de numerosas manifestaciones es la muerte de una treintena de personas y varias decenas de heridos.
Decir que estamos frente a un nuevo golpe blando, tan funcional a los intereses del imperio, es absolutamente cierto. La política de Washington en esta etapa de restauración neoliberal en Nuestra América, consiste —precisamente— en llevarse puestos a todos los intentos emancipatorios desplegados por estos sures desde hace más de una década.

Un enemigo despiadado como, sin ninguna duda, lo es el imperio norteamericano, que no trepida en bombardear a Siria sin tener pruebas de la utilización de armas químicas.

Un enemigo despiadado que mató y mata a centenares de miles de personas en Yugoslavia, en Afganistán, en Irak, en Libia, en Siria, en Yemen, en Somalia.
Un enemigo que prohijó a decenas de dictaduras en América latina y el Caribe, que dejó un saldo de decenas y decenas de miles de víctimas fatales.

Un enemigo de tal calaña, que ahora dice defender los derechos humanos en Nicaragua, es —en el mejor de los casos— una broma de muy mal gusto.
Es por ello que nos resulta sorprendente que un destacado analista como Raúl Zibechi, un hombre de izquierda del Uruguay, señale en su reciente análisis sobre Nicaragua “no tengo la menor duda que Estados Unidos alienta a los jóvenes nicas a voltear a Ortega. Pero eso no tiene la menor importancia, porque no estamos para jugar al ajedrez geopolítico sino para defender la vida de los pueblos, esa vida que el gobierno de Managua se empeña en destruir.

Pero culpar solamente al imperio —con ser absolutamente cierto— no es suficiente.
En los tiempos que corren, donde el neoliberalismo está utilizando hasta el hartazgo el tema de la corrupción —ínsita a su sistema— para combatir a los gobiernos de signo popular y nacional, es inadmisible que algunos miembros de estos gobiernos no actúen con la imprescindible ecuanimidad y austeridad, que les permita avalar con esa conducta las transformaciones sociales y económicas tan necesarias para el buen vivir de sus pueblos.

“El Frente Sandinista —señalaba Carlos Fonseca Amador, el fundador del frente— es un movimiento de masas, que ha entrado en el campesinado, no sólo donde ha operado la guerrilla sino por los diversos rumbos del país”.

Los frentes de liberación, son —por sobre todas las cosas— movimientos de masas. Los dirigentes deben estar un paso delante del conjunto, pero solo un paso.
El “Che” decía a los jóvenes cubanos que los militantes deben estar permanentemente preocupados de sus propios actos, permanentemente preocupados de que sus actos no manchen su nombre, ni el nombre de la organización a la que pertenecen.

Que el pensamiento y la acción de Augusto Cesar Sandino y Carlos Fonseca Amador, iluminen al pueblo nicaragüense en esta hora tan difícil.