Affiche de COBA (Francia 1978) |
Por Ester Stekelberg
stekelberg@gmail.com"Contratapa", columna de opinión emitida en "Hipótesis" el sábado 07 de Julio de 2018.
Hoy esta contra quiere dedicar su espacio al recuerdo,
al relato, al análisis que –aunque escueto, por el tiempo, es verdad--, se
puede hacer de los 40 años que se cumplen, que se están cumpliendo, del nefasto
mundial 78 ocurrido en Argentina, en medio de la dictadura cívico militar que
se instaló en nuestro país durante 7 larguísimos años, entre 1976 y 1983 y lo
que ocurría acá en Francia, tierra de asilo.
Francia tierra de asilo, recibió y acogió a miles de
argentinos y latinoamericanos perseguidos por las garras del plan Cóndor. El exilio
fue sinónimo de vida.
En un interesante artículo escrito por Carlos
Shmerkin, argentino exilado en Francia desde esos tiempos de terror, activo
blogger en el sitio de información Mediapart, el autor, por un lado reproduce
un extracto de su libro: “La paloma engomada”, que compartimos, escuche: “En 1978 el drama argentino entró en una etapa
surrealista. Un doloroso, trágico surrealismo: el campeonato mundial de fútbol,
realizado en el país. Con él, --inversiones millonarias y negociados mediante--,
la dictadura quería consagrarse: mostrarse en una gigantesca vidriera mundial,
fuerte, sana y ‘humanamente derecha’. De hecho, la puesta en escena se cobró
varias víctimas prisioneras del régimen, destinadas a jugar el rol de rehenes ‘por
si pasaba algo’. Algunos fueron asesinados ‘preventivamente’”
“El surrealismo tuvo su expresión en la
cárcel. Nos pasaban los partidos de la selección nacional por altoparlantes.
Previamente se escuchaban los acordes del Himno Nacional. Algunos prisioneros
cumplían el rito de escucharlo ‘de pié’: otro objetivo de la dictadura era abanderar
la población, que empezaba a repudiar la dictadura y la represión, detrás de un
sentimiento ‘nacional’”
“El comentarista clásico de los partidos era
José María Muñoz. Quien no se privaba de gritar eufórico que esta era ‘la
verdadera Argentina’, que la miraran los periodistas extranjeros, la prensa y
la opinión mundial, que vieran que aquí se vivía feliz, sin violación de
derecho humano alguno, sin presos políticos ni ‘supuestos’ desaparecidos,
etc.etc” (…) “En la prisión de viva voz, los prisioneros nos enterábamos de que
no existíamos...”
Hasta aquí una partecita del libro de
Shmerkin, que en la publicación de Mediapart, cita también el artículo “Videla, la copa está hasta el borde!. El Mundial 1978 entre
politización y despolitización”, escrito por Jean-Gabriel Contamin y Olivier Le
Noé, aparecido en el número 230 de la revista “El movimiento social”. Leemos la
introducción: “Argentina 78, recuerdos de infancia: el césped del estadio de
River Plate cubierto por una nieve de ‘papelitos’ (en castellano en el
original), los goles de Mario Kempes… Una visión mágica del fútbol que se
asocia al recuerdo del Mundial 78. No obstante, analizando la prensa de la
época, se puede constatar lo excepcional del trabajo de movilización, sobre
todo en Francia, contra la utilización del evento por la junta militar”
Continuamos con el artículo de Contamin y Le Noé, en
donde refieren a cómo se organizó la solidaridad con el pueblo argentino en el
marco del Mundial. Escuche: “En Francia, aún si la tendencia es presentar a
Marek Halter como el instigador del movimiento, la realidad indica que se trata
de algunos militantes por los derechos humanos en Argentina, reunidos desde
1975 en el seno del Comité de apoyo a las luchas del pueblo argentino, quienes
hacen un llamamiento al boicot del mundial. Son ellos quienes crean el 17 de
diciembre de 1977, el COBA (Comité para el boicot de la organización de la copa
del mundo en Argentina). Este grupo tuvo un éxito inmediato al juntar más de
150 mil firmas a favor del boicot, entre ellas la de notables como Louis Aragon,
Roland Barthes, Bertrand Tavernier, Jean Lacouture, Marguerite Duras o Yves
Montand y Catherine Deneuve. Y al mismo tiempo que en territorio francés se
crean ¡200 Comités!, los números 3 y 4 del diario L’Epique (La Épica),
realizados por el comité, se venden a más de 120 mil ejemplares”
Sin embargo en Francia no todos los sectores estaban
de acuerdo con la realización del boicot. En el artículo de Xavier Breuil con
titulo “Los movimientos de boicot de la copa del mundo 1978”, aparecido en la
página de la asociación “We are football. Culturas, Memorias, Historia”, leemos:
“Esta tentativa de boicot fue también víctima de la Realpolitik, en particular
por las relaciones políticas y económicas que mantenían el gobierno francés y
la junta militar. Boicotear el mundial era como condenar al régimen y romper
relaciones con Videla. Francia no podía permitírselo ya que el país del cono
sur presentaba muchos centros de interés que iban en aumento: venta de armas,
cooperación militar, préstamos acordados por diferentes bancos franceses…”
Volvemos. Podríamos decorticar muchísimo más lo
ocurrido hace 40 años acá en Francia, quienes sostuvieron la idea de hacer
boicot al Mundial, quienes no, quienes manifestaron que no se mezcla fútbol con
política, quienes propusieron no hacerlo en Argentina, quienes argumentaron a
favor de ir a la Argentina para obtener información sobre los 22 desaparecidos
franceses, quienes se negaron al boicot por considerarlo ineficaz, quienes no
pudieron manifestarse, aún haciéndose carne del problema, por no saber qué era
lo mejor. Lo que queda claro es que muchísimos sectores del pueblo francés,
maestros, estudiantes, laburantes, militantes o sin militancia efectiva,
entendieron que algo brutal estaba pasando en nuestra Argentina y que de una manera
u otra había que manifestar la oposición.
Un solo punto más antes de terminar. Mucha gente,
muchos franceses, incluso franceses de los que podemos llamar informados, supieron sólo décadas más tarde que Francia
tuvo un Paul Aussaresses, que Francia fue instigadora, maestra y modelo de la
escuela de la tortura en nuestros países latinoamericanos. La guerra
antisubversiva, un savoir-faire exportado desde Argelia y antes, desde
Indochina. Francia también tierra de asilo.
El resto de la historia lo conocemos y 40 años más
tarde, es historia viva.