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| Eduardo Galeano Ilust. Antonio Rodríguez |
Por Ester Stekelberg
stekelberg@gmail.comCelebración de los 79 años de Eduardo Galeano. Emitido en "Hipótesis" el sábado 07 de Setiembre de 2019.
AUDIO
Eduardo Galeano, ese nuestro Galeano de cabecera, al
que recurrimos una, dos, cien, mil veces cuando necesitamos que alguien nos
hable simple y profundo, sentido y veraz, cuando necesitamos a un hermano para
que nos explique con conciencia y talento, ese Galeano nuestro y oriental, montevideano
y ciudadano del mundo, nos cumplió los 79 el 3 de setiembre. Había nacido en
1940 en la capital del paisito, de donde tuvo que irse por esas dictaduras que
pudrieron la tierra, el cielo y las aguas del continente. Primero se exilió en
Argentina, después en España. Por suerte y por las luchas de hombres y mujeres,
las dictaduras caen y los exilados vuelven. Eduardo pudo volver al paisito en
1985.
Hoy justo que en Hipótesis celebramos su cumpleaños, celebramos
en serio, con el corazón, con las tripas, con los sesos, lo celebramos de
manera sentipensante, el presidente
argentino, Mauricio Macri, firmó un decreto para que el país pueda comprar
basura sin control, basura peligrosa del extranjero, que se use la guita del
pueblo para comprar basura contaminante… esas antípodas que hacen que justo
justo, lo celebremos a Galeano.
Y nos acordamos de uno de sus enormes y minimalistas
textos. Porque tiene que ver, porque nos gusta, porque despreciamos a los
lacayos vendepatrias, inmundas basuras sin valor y sin futuro, le regalamos a
usted oreja amorosa, la “Carta al señor futuro” y brindamos también por los
eternos cumpleaños de quien nos ha facilitado la vida con su pluma, brindamos
por el “creador compañero”, como dijo de él, otro imprescindible, Daniel
Viglietti. De Silvio Rodríguez es la música y las palabras que cierran nuestro
homenaje, de Daniel Viglietti es la voz y la guitarra. La celebración de Hipótesis al entrañable Eduardo Galeano. “Canción
del elegido” del álbum Trópicos de 1973, Daniel Viglietti.
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Carta al señor Futuro por Eduardo Galeano
Montevideo, 5 de
octubre de 2004
Estimado señor
Futuro,
De mi mayor consideración:
De mi mayor consideración:
Le estoy
escribiendo esta carta para pedirle un favor. Usted sabrá disculpar la
molestia.
No, no tema,
no es que quiera conocerlo. Ha de ser usted un señor muy solicitado, habrá
tanta gente que querrá tener el gusto, pero yo no. Cuando alguna gitana me
atrapa la mano, para leerme el porvenir, salgo corriendo a la disparada antes
de que ella pueda cometer semejante crueldad.
Y sin embargo
usted, misterioso señor, es la promesa que nuestros pasos persiguen queriendo
sentido y destino. Y es este mundo, este mundo y no otro mundo, el lugar donde
usted nos espera. A mí, y a los muchos que no creemos en los dioses que nos
prometen otras vidas en los lejanísimos hoteles del Más Allá.
Y ahí está el
problema, señor Futuro. Nos estamos quedando sin mundo. Los violentos lo
patean, como si fuera una pelota. Juegan con él los señores de la guerra, como
si fuera una granada de mano; y los voraces lo exprimen, como si fuera un
limón. A este paso, me temo, más temprano que tarde el mundo podría no ser más
que una piedra muerta girando en el espacio, sin tierra, sin agua, sin aire y
sin alma.
De eso se
trata, señor Futuro. Yo le pido, nosotros le pedimos, que no se deje desalojar.
Para estar, para ser, necesitamos que usted siga estando, que usted siga
siendo. Que usted nos ayude a defender su casa, que es la casa del tiempo.
Háganos esa
gauchada, por favor. A nosotros y a los otros: a los otros que vendrán después,
si tenemos después.
Lo saluda atentamente,
Un terrestre
