NUESTRO SETIEMBRE ES DE DOLOR Y DE MEMORIA, DE PRIMAVERA Y DE LUCHA. ES LA NOCHE DE LOS LAPICES Y ES MARIO BENEDETTI

A 43 años de la Noche de los Lápices
En Rosario la marcha fue multitudinaria
Por Ester Stekelberg    
stekelberg@gmail.com


"Contratapa", columna de opinión emitida en "Hipótesis" el sábado 14 de Setiembre de 2019.

El destacamento policial de Arana, que está ubicado en la calle 640, de La Plata, fue uno de los centros de detención, tortura y exterminio que integró el circuito de centros clandestinos comandados por el asesino Ramón Camps.

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Operó bajo la conducción del ex director general de Investigaciones Miguel Osvaldo Etchecolatz, que actualmente purga condena a reclusión perpetua por crímenes de lesa humanidad y genocidio en la Unidad Penitenciaria de Ezeiza, donde sus huesos se seguirán pudriendo, ya que justamente anteayer la justicia denegó el pedido de prisión domiciliaria.


Vale la pena citar la resolución por la cual se determinó que Etchecolatz continúe en su prisión bastante dorada de Ezeiza, pero prisión al fin: “Las dolencias que padece el interno Miguel Osvaldo Etchecolatz pueden ser tratadas en la unidad penitenciaria en la que se encuentra (HPC Ezeiza), tal cual lo señalan los magistrados del tribunal”, indicó el juez Javier Carbajo en su dictamen.

Como decíamos, el Pozo de Arana, fue un centro clandestino de detención, tortura y exterminio, que funcionó durante la última dictadura cívico - militar - eclesiástica que asoló a nuestro país entre 1976 y 1983. En el Pozo de Arana, que hoy es un espacio de Memoria, estuvo Julio Jorge López, por ejemplo. Que fuera secuestrado por  segunda vez y en democracia, el 18 de setiembre de 2006. Testigo clave en el juicio que condenó al genocida Etchecolatz. Hoy Julio  Jorge López, está desaparecido. Lo recordamos también en esta contra, a 13 años de su segunda desaparición y seguimos preguntando: “Dónde está Julio López?”

En el Pozo de Arana, se quemaban los cuerpos junto con neumáticos para disimular el olor tan característico de la carne quemada. En el Pozo de Arana, el Equipo Argentino de Antropología Forense,  encontró 10 mil fragmentos óseos calcinados pertenecientes a detenidos que habrían sido ejecutados en el lugar. En el Pozo de Arana, se cremaba. También se fusilaba. En el muro que separa el patio interior del exterior del destacamento, se relevaron alrededor de 200 impactos de proyectiles. Un muro de fusilamiento.

Al Pozo de Arana, fueron llevados los estudiantes secundarios de La Plata, entre el 16 y el 23 de setiembre de 1976. Tenían entre 14 y 17 años.

El periodista Luca Antonin describe: “El 16 de septiembre a la noche, en La Plata, el operativo que lleva adelante el Batallón 601 del Ejército, con la policía bonaerense al mando de Camps (indultado por Menem, hoy muerto) y Etchecolatz (hoy preso) secuestra a un grupo de estudiantes, militantes, de entre 14 y 17 años, que había participado en la campaña por el boleto estudiantil en esa ciudad. En el año 1975 habían logrado conseguir ese derecho, pero en Agosto del 76, la dictadura lo suspendió. La dictadura identifica a quienes habían participado activamente de esa lucha, lo que se calificaba como ‘actos de subversión’. Así consta en un documento de inteligencia titulado “La Noche de los Lápices”, que años más tarde fue hallado en dependencias de la Policía bonaerense, en donde se describen las acciones que se debían emprender contra estos jóvenes, (textual)’integrantes de un potencial semillero subversivo’”

El 16 de setiembre de 1976, Claudio De Acha, María Clara Ciocchini, María Claudia Falcone, Francisco López Muntaner, Daniel Racero y Horacio Ungaro eran secuestrados en la primera jornada del operativo. Todos ellos eran militantes de la UES.

El17 los represores apresaban a Emilce Moler, también militante de la UES Patricia Miranda, que estudiaba en el Colegio de Bellas Artes de La Plata.

Cuatro días después caía en las garras de los represores, Pablo Díaz, militante de la Juventud Guevarista.

El 8, una semana antes del operativo, había sido secuestrado Gustavo Calotti, quien compartió el cautiverio y las torturas con los demás compañeros.

Todos fueron conducidos al centro clandestino de detención conocido como Arana, donde se los torturó durante semanas, y luego se los trasladó a destinos similares: el Pozo de Banfield, el Pozo de Quilmes, Jefatura de Policía de la Provincia de Buenos Aires y las Comisarías 5ª, 8ª y 9ª de La Plata y 3ª de Valentín Alsina, en Lanús, y el Polígono de Tiro de la Jefatura de la Provincia de Buenos Aires.

Solo 4 de ellos sobrevivieron. Lograron su libertad entre 1978 y 1980, tras estar ‘a disposición del Poder Ejecutivo Nacional’: Gustavo Calotti, Emilce Moler, Patricia Miranda y Pablo Díaz.

Desde el primer setiembre en que Hipótesis salió al aire, el episodio de La Noche de los Lápices, está en nuestras Memorias, en nuestros corazones y en la lucha que se libra diariamente contra el capitalismo que mata, de diferentes maneras, según los tiempos que corran y las coyunturas. Pero el capitalismo mata siempre.

La semana pasada lo citábamos a Pablo Neruda, cuando hablaba de Chile su país vertical. Lo traemos de nuevo cuando hablamos de Setiembre en el sur del continente. Hoy justamente 14 de setiembre, de hace 99 años, nacía en Paso de los Toros, el enorme Mario Benedetti. Lo celebramos, lo extrañamos, lo tenemos siempre presente. Mario Benedetti supo, pudo, tuvo la voluntad y el arte de poner en palabras el desgarrador dolor de las desapariciones.

También don Mario Benedetti es nuestro setiembre en Hipótesis.

Mario Benedetti por El Tomi