QUE PA’ ELLOS LA AMISTAD ES LO PRIMERO

Por Ester Stekelberg
stekelberg@gmail.com


Ya lo dijo el Rafa Ielpi:
Ciudad de Fontanarrosa,
Negro con cara de moro,
que ganó fama en el mundo
dibujando un Inodoro”
Y hoy, mientras esta contra está saliendo al aire, se produce el gran desquite, los rosarinos ganamos una batalla mucho más grande, mucho más épica que la de leprosos y canallas, ¡que no son un dato menor, por otra parte!, hoy la ciudad recupera un espacio a través del cambio de su nombre, que parece ser, costó, misteriosamente, un perú. Que la comisión, que la nomenclatura, cosas de la burocracia, vaya uno a saber...

"Contratapa", columna de opinión emitida en "Hipótesis" el sábado 20 de julio de 2013.


Que no es sólo un cambio de nombre, no, es cambiar un nombre execrable, de un personaje execrable de la historia argentina, por el nombre de una de las personalidades más queridas, más típicas, más dignas, más creativas, más generosas y carismáticas que dio la ciudad.
Hoy, el edificio construido para ser sede rosarina del Centro de Prensa del nefasto mundial 78, en San Martin y San Juan, plaza Montenegro, antes Plaza Pinasco, renacerá con una fresca brisa, saludable y vital y será el lugar desde donde el Negro con cara de moro, mirará cómo nos nutrimos de saberes, de estéticas, de culturas.
Porque fue el intendente de facto de la dictadura militar  Augusto Félix Cristiani quien le endosó el nombre al centro cultural y con una coherencia indiscutible le puso el nombre del primer cipayo vende patria de la historia argentina, Bernardino Rivadavia. Tal para cual.
Tiempos en que la vieja LT2, ocupaba el 3er piso del Centro, Aerolíneas Argentinas el hall de ingreso, parece ser, a cambio de espacios sin cargo en la programación radial y pasajes mensuales sin cargo en la línea aérea argentina para el trayecto Rosario-Buenos Aires y viceversa.
Pero como la vida no es un dato menor, siempre el Centro Cultural “innombrable” (como solía machacar Del Frade),  permitió que las diferentes expresiones populares se impusieran al oscurantismo y al elitismo. Así homenajes al Che, cuando ningún otro lugar se le animaba, el ciclo de Ecología de Rinaldi, las Ferias del Libro de Rosario, el homenaje a Los Trovadores, en fin, difícil describir tantas décadas. Treinta años en donde un increíble arco iris cultural, artístico, político, social, fue abrazando y mimetizándose con la ciudad.
Hoy, hoy sábado 20 de julio de 2013, es el gran desquite. Hoy a 6 años y un día, desde que el Negro plantara el lápiz, dijera chapeau y batiera la retirada. Hoy, 20 de julio, día del Amigo, que, admito y me sonrojo, a algunos nos cae irremediablemente mal y que sin embargo celebramos irremediablemente con alegría. Dialéctica pura.
Para demostrar esta contradicción amor-odio, nada mejor que tomar prestado un gran texto, el descriptivo y creativo texto de…  un amigo, ¡claro! Néstor Sappietro es el autor de este y de muchos otros textos compilados en su libro (que es su filosofía) “Crónicas de las causas aparentemente perdidas”, pluma fina y sutil. ¡Gracias Sappietro!
Y usted oreja incondicional, préstele la ídem, va a ver de qué le hablo.  
“Los cultores del Power Point” (por Néstor Sappietro) “Antes de dar comienzo a la columna de hoy, vale aclarar que creo profundamente en la amistad, en el alivio y en esa militancia de la complicidad que significa tener un amigo. Desde ese lugar, uno resiste a la tristeza, al fracaso y a todo lo injusto…” “Ahora bien, los nuevos tiempos han traído ciertas formas de ejercer la amistad que realmente resultan fastidiosas (para decirlo de una manera elegante). Nos referimos a los Power Point. Aquellos que tengan un correo electrónico sabrán de qué se trata. El Power Point no es más que la vieja y querida diapositiva con cierta sofisticación y que hace que algunos textos aparezcan decorados con un dudoso gusto” “Nadie puede negar la utilidad del Power Point en una charla donde los esquemas y alguna que otra imagen se presentan de una manera más práctica para los expositores y la concurrencia. Hasta podría hablarse de una herramienta útil y necesaria. Tenemos nuestras diferencias con la modernidad pero tampoco somos tan ortodoxos. Ya hemos hecho cierta amistad con el lavarropas automático, la micro procesadora, el DVD… Tenemos todavía algunas diferencias con el micro ondas y con algunas funciones del celular, pero ya se podría decir que no somos tan dogmáticos” “Cuando hablamos del flagelo del Power Point, nos referimos a ese que nos mandan plagado de buenas intenciones, esas presentaciones que nos llegan anunciando ‘esto me hizo acordar a vos’, ‘seguro que te va a gustar’, ‘gracias por ser mi amigo’… y uno, ingenuamente comete la torpeza de abrir el envío que dura una eternidad. Allí se encuentra usted con una catarata de lugares comunes, de pequeños tratados de auto ayuda, sentencias profundas como: ‘detrás de las nubes el cielo sigue siendo azul’, algo que uno ya sabía pero que de ninguna manera puede levantarle el ánimo si es que anda hecho pelota. Algunos tienen cierta comicidad, pero los que aspiran a la reflexión, los que no dudan en citar ‘El principito’ para lo que sea, esos son insufribles”. “El día del amigo, los Power Point aparecen en catarata. Las presentaciones dicen cosas como: ‘Para aquellas personas que estuvieron siempre junto a mí’ y una sucesión de frases por el estilo con la música de ‘Carrozas de fuego’ (¡qué ocurrencia Sappietro!) y fotos de perros en distintas posiciones. Perros que traen un salvavidas con la frase ‘para los que nos ayudan en momentos difíciles’, ‘los que aparecen en el momento justo’ y se asoma un perro dándole un lengüetazo a otro perro. Y uno que ya tiene un perro, sabe que con eso no le alcanza cuando las cosas andan mal. Es más, si la mina piantó y uno se siente solo, el lengüetazo del perro puede llegar a deprimirlo más todavía”. “También están, como decíamos, los de auto ayuda, los que parecen envíos de ciertos pastores que tanto abundan en estos días. Esos que dicen ‘Fulano irradia felicidad aunque las cosas no le salgan’. ‘Fulano había perdido todo y sin embargo salió adelante creyendo en sus propias fuerzas’. Y al tipo que lo lee, y que no le sale una, aunque la busca y la rebusca y siempre todo al revés y siempre se le escapa el bondi… ese tipo dice: “’pero entonces el pelotudo soy yo’”. Sepan amigos del Power Point que sus buenas intenciones terminan haciendo estragos en el alma de los derrotados”. “Son pesados, demoran una eternidad en abrirse, y además son muy largos, interminables, las melodías traen un golpe bajo en cada acorde, las fotos empalagan de tanta ternura. Por otra parte, lo que es texto, bien se puede mandar en el programa de texto sin tanto Gre Gre para decir Gregorio, sin tanta foto que no viene a cuento ni tanto pianito y violines. Al mismo tiempo, perdón por la franqueza, pero las cadenas y los mensajes enviados a cuatrocientos tipos diciéndole lo mismo son al menos sospechosas. Si declarás el mismo amor a cuatrocientos tipos es porque no querés a ninguno” “Por estas razones, la gente del C.A.P. (Causas Aparentemente Perdidas) pide, ruega, suplica por este medio que no le envíen nunca más un Power Point. Si a uno lo quieren, está bien que se lo digan pero en la cara o con alguna actitud noble, pero no le envíen un Power Point para enterarlo. No hace falta. Para lengüetazos, a uno le alcanza con los del perro” “En cuanto a los autores de estas mini obras, pensamos que es una gran verdad que todos llevamos un artista adentro. Pero también es cierto que no en todos los casos es necesario que ese artista salga, a veces está bien que quede en el anonimato” Néstor Sappietro