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Bradley Manning es el soldado que reveló los crímenes de guerra de las fuerzas armadas estadounidenses, perpetrados durante las ilegales e ilegítimas intervenciones militares en el Cercano Oriente.
Este soldado, de 25 años, está siendo juzgado —por estos días— por un tribunal castrense por el “delito” de haber hecho públicas brutales y aberrantes conductas de efectivos militares de su país.
"Con los Ojos del Sur", columna de opinión emitida en "Hipótesis" el sábado 3 de agosto de 2013.
La humanidad no debe permanecer indiferente ante este juicio, que
confinará de por vida a este valiente joven en una celda de máxima seguridad.
Hoy hemos encontrado un excelente material publicado en el sitio web de
Rebelión, titulado “Bradley Manning: condenado por sus convicciones”. Su
autora, la estadounidense Amy Goodman, es la conductora del programa radial
“Democracy Now” (“Democracia Ahora”). Y, como solemos decir en Hipótesis,
cuando compartimos el contenido de un trabajo periodístico procedemos a darle
la difusión que, entendemos, se merece.
Este es su texto:
“«La guerra es una estructura peligrosa, que puede desmoronarse
fácilmente y sepultarnos entre sus escombros», escribió Carl von Clausewitz, el
general y teórico militar prusiano del siglo XIX en su
texto «De la guerra», hace casi 200 años.
“Esta cita fue tomada del capítulo «La información en la guerra», un
tema que resuena fuertemente en la actualidad desde lugares tan disímiles como
Fort Meade, Maryland, donde un tribunal militar acaba de hallar culpable al
soldado Bradley Manning de espionaje; hasta la Embajada de Ecuador en Londres,
donde el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, vive desde hace más de un año,
tras haber recibido asilo político para evitar ser procesado en Estados Unidos;
pasando por Rusia, donde el informante de la Agencia de Seguridad Nacional
Edward Snowden recibió asilo temporal.
“La condena de Manning —señala Amy
Goodman— suscitó un interés momentáneo entre los miembros de los medios
dominantes de Estados Unidos, que dedicaron muy poca atención al consejo de
guerra que se desarrolló a lo largo de dos meses, apenas unos kilómetros al
norte de Washington D.C.
“Los seguidores de Manning expresaron
alivio de que fuera absuelto de la acusación más grave presentada en su contra:
colaborar con el enemigo, algo que le hubiera significado una condena a cadena
perpetua. Sin embargo, fue hallado culpable de 20 de los 22 delitos que se le
imputaron, y podría ser condenado a hasta 136 años en prisión. El tribunal se
pronunciará acerca de la condena en las próximas semanas.
“«Bradley Manning es un mártir ahora.
Todo el mundo entiende que Bradley Manning le brindó información a los medios
acerca de crímenes de guerra y de la política en torno a la guerra, y alguna de
esa información se publicó en los medios. No se lo acusa de haber trabajado
para intereses extranjeros, ni de haberse beneficiado personalmente con las
revelaciones. Han puesto a Bradley Manning en una situación injusta, en la que
afronta una pena de hasta 136 años de prisión. Eso desprestigia al Gobierno de
Estados Unidos y a la justicia de ese país», afirmó Julian Assange desde la
embajada de Ecuador en Londres. «El veredicto es claramente un intento de
quebrantar a los informantes, pero no lo lograrán».
“Cabe resaltar que el ex Secretario de
Defensa de Estados Unidos Robert Gates le envío una carta al senador Carl Levin
en 2010, en la que escribió acerca de las filtraciones: «Hasta el momento, la
investigación no ha revelado que la filtración haya puesto en peligro ninguna
fuente ni método de información».
“Bradley Manning realizó una
declaración al inicio del Consejo de Guerra, en la que asumió la
responsabilidad de las filtraciones, pero, lo que es más importante, expresó su
motivación para hacerlo. Manning habló específicamente del video de la masacre
de una docena de civiles en Bagdad el 12 de julio de 2007, registrado por el
propio helicóptero Apache que les estaba disparando. Dos de las víctimas
mortales trabajaban para la agencia de noticias Reuters: el camarógrafo Namir
Noor-Eldeen, de 22 años, y su chofer, Saeed Chmagh, que tenía cuatro hijos.
“Podemos escuchar las propias palabras
de Manning, gracias a una grabación de audio no autorizada de su declaración,
que se filtró en forma anónima. Manning afirmó: «Sin embargo, el aspecto más
aterrador del video para mí fue la masacre perpetrada aparentemente con placer
por el grupo de armas aéreas. Deshumanizaron a las personas a las que
disparaban y no parecían valorar para nada la vida humana. Se referían a ellos
como 'malditos muertos', y se felicitaban entre ellos por la capacidad de matar
a muchas personas a la vez. En un momento del video se puede ver a una persona
en el suelo intentando arrastrarse hasta un lugar seguro. Estaba gravemente
herida. En lugar de llamar a una ambulancia, un miembro del equipo de armas
aéreas solicitó a la persona herida que tomara sus armas para tener motivo para
dispararle. …Para mí, esto se parece mucho a un niño que tortura hormigas con
una lupa» (concluye el soldado).
“Una de las acusaciones de las que
Manning fue hallado culpable fue la de «publicación arbitraria». Es una
acusación sin precedentes en el derecho militar. El abogado de Manning dijo que
se trata de un delito inventado. El verdadero delito, del que nadie fue acusado,
es la arbitraria falta de respeto por la vida humana que Manning denunció.
“La filtración de Bradley Manning les
dio a Reuters y al mundo una imagen clara del horror de la guerra moderna y de
la muerte violenta de dos trabajadores de los medios en el cumplimiento de su
deber.
“Como afirmó el joven soldado en su
elocuente declaración: «Pensaba que si el público en general, en particular el
público estadounidense, tenía acceso a la información que contenían [las
filtraciones], se podría suscitar un debate nacional sobre el papel de las
fuerzas armadas y de nuestra política exterior en general, con relación a Irak
y Afganistán».
“De hecho, Bradley Manning suscitó el
debate. La última ola de filtraciones, la de Edward Snowden, ayudó a
intensificarlo, y hasta generó una inusual alianza en el Congreso entre
legisladores demócratas y republicanos que tiene como objetivo restringir el
alcance de lo que muchos consideran un Estado de seguridad nacional exacerbado.
Si bien la semana pasada la propuesta de enmienda presentada por el
representante republicano Justin Amash y el demócrata John Conyers fue
rechazada en la Cámara Baja por una diferencia mínima de votos, ambos
redactaron un proyecto de ley aparte denominado H.R. 2399 con el mismo
objetivo.
“Carl von Clausewitz escribió: «La
gran incertidumbre que rodea los datos disponibles en la guerra constituye una
dificultad característica, porque, hasta cierto punto, la acción debe ser
dirigida prácticamente a oscuras».
“Bradley Manning realizó actos muy
valientes para publicar información, atravesar la barrera de ocultamiento de la
guerra y hacer públicos los perversos mecanismos del tipo de guerra
estadounidense moderna. Edward Snowden ha revelado la sofisticación y el
alcance extraordinario del Estado de vigilancia en Estados Unidos, que reprime
a quienes se atreven a revelar información importante.
“Mientras tanto, Julian Assange
permanece encerrado entre las cuatro paredes de la embajada, perseguido por el
crimen de publicar información. Sin embargo, quienes planificaron las guerras,
quienes cometieron los crímenes de guerra y quienes realizan el espionaje
ilegal están, por el momento, en libertad”, concluye la periodista
estadounidense Amy Goodman, autora de esta nota.
Solo nos cabe agregar a nosotros que,
hace poco menos de setenta años —durante el Juicio de Nuremberg— se juzgó a los
criminales de guerra, no a quienes aportaron datos sobre las atrocidades que
cometieron.
Finalmente una pregunta.
¿Hasta qué siglo del pasado pretende
llevarnos el imperio en este proceso descivilizatorio que viene llevando a cabo
con tanta tenacidad en las últimas décadas?