EL COMITE OLIMPICO INTERNACIONAL, TOKIO Y FUKUSHIMA

Comentario del Arq. Roberto Peccia

Reunidos en Buenos Aires (09-11), el Comité Olímpico Internacional (COI) debió seleccionar la sede para los XXXII Juegos Olímpicos de 2020. La capital del Reino de España, la antigua capital turca y Tokio (las dos últimas entre las 30 mayores áreas metropolitanas del planeta) indicaban un gigantismo previo, para integrar la tríada urbana finalista. 

Cada delegación ponderó respectivamente, las bondades espaciales para el futuro evento global: el riguroso control del aire urbano, el transporte sustentable y el respeto a la naturaleza.(?). La catástrofe nuclear del 11.03.11 sobrevoló a partir del inconcluso accidente y os actuales vertidos radioactivos (300 toneladas/día), aunque “..fué resaltada la conciencia ambiental nipona”, e incluso que “se aplican las normas más estrictas de resistencia en la construcción de edificios, un aspecto de vital importancia para la organización olímpica en una ciudad de enorme inestabilidad sísmica” (sic). El Primer Ministro nipón Shinzo Abe afirmó ante el COI, respecto al 11.03: “..Algunos pueden tener algunas preocupaciones por Fukushima. Permítanme decirles que la situación está bajo control y no ha tenido nunca ni tendrá nunca un impacto sobre Tokio”.Además, Abe recalcó que Tokio es “una de las ciudades más seguras del mundo, ahora y en 2020”. Tokio fué finalmente electa, al grito de “..banzai,..banzai”.

La realidad no es tan lineal ni beafítica. La posibilidad que un tsunami afectara el parque de plantas atómicas japonesas había sido advertido (al gobierno y empresa) con generosa anticipación, incluso por la Organización Internacional de Energía Atómica ( OIEA), y fué olímpicamente ignorada. Un tema complejo y cuya recurrente opacidad resulta reiterada en ésta industria. Recordemos que Asia es la región más poblada del planeta y de creciente urbanización, Tokio es la mayor Area Metropolitana del mundo (en sus proximidades Seúl en segundo rango) y su hinterland, extremadamente sensible y conflictivo. Japón del exclusivo club del Primer Mundo, es un país científica y tecnológicamente de avanzada, que ante el accidente nuclear del 11.03 demostró “...descoordinación, incompetencia, falta de previsión, irregularidades mayúsculas públicas y privadas, y donde nadie había previsto planes efectivos de evacuación...” (Yotaro Hatamura, informe oficial). El complejo atómico Fukushima (40 años llevará el desmantelamiento de los reactores afectados) se encuentra a150 Km. de la capital japonesa y hasta la fecha la comunidad científica no puede explicarse como no se produjo una explosión similar o peor que Chernobyl (Ucrania, 1986). “...un accidente semejante podría significar la evacuación de 35 millones de personas en Tokio, el cierre de medio Japón y comprometer la soberanía de la nación...” había afirmado Akio Matsumura (asesor en temas nucleares de la ONU.) en la Conferencia Económica Mundial en Davos, 2011.

El deporte internacional es una estructura poderosa, que podría haber posibilitado un análisis racional para la seguridad colectiva, superando la remanida visión maniquea y simplista. Sólo nos resta cruzar los dedos, ahuyentar fantasmas y desearnos buena suerte.

Arq. Roberto Peccia
Autor de “Industria nuclear, réplicas humanas y urbanas”, edit. Cuaderno. 2013