COMBATIENDO AL CAPITAL, RAFAEL CORREA EN FRANCIA.

Por Ester Stekelberg 
stekelberg@gmail.com


El miércoles pasado la magnífica Universidad de la Sorbona, la Universidad de Paris, se vistió de fiesta para recibir a una figura notable. Un estadista. Un gobernante latinoamericano que vino a hablar a los estudiantes franceses y a todos los estudiantes de esa Universidad, sobre economía política y sobre la crisis europea. 


"Contratapa", emitida en "Hipótesis" el lunes 11 de noviembre de 2013.


Una fila interminable de gente esperando desde temprano que se abrieran las puertas de la universidad, en el V arrondissement de la capital francesa, daba muestras del gran interés suscitado por el visitante ilustre. Un público heterogéneo en edades, en orígenes, en idiomas, muchos estudiantes de origen latinoamericano hablando un francés con acento español, muchos estudiantes franceses, hablando un castellano con acento francés, esperó pacientemente bajo una fina llovizna que no amedrentó de ninguna manera. Nadie se movía del sitio que había logrado conseguir a fuerza de haber llegado varias horas antes. Cada uno mostrando ostensiblemente la invitación de la embajada y el documento de identidad, tal la consigna para tener acceso a la actividad.

 

Muy risueño, tras la presentación y el saludo a las autoridades y notables presentes, haciendo especial hincapié en los “queridos estudiantes y ciudadanos de Europa”, el presidente del Ecuador, Rafael Correa, comenzó expresando que iba a tratar de dictar su conferencia en francés ya que en Ecuador se dice que “soy muy afrancesado”. El mismo contó que había estudiado en la muy notable Universidad Católica de Louviers, en Bélgica.

Y efectivamente, en un francés perfecto, mirando apenas sus papeles, durante más de una hora, el presidente Rafael Correa, desarrolló de manera puntillosa, simple, didáctica, seductora y agradable, una conferencia magistral, recorriendo la situación de su país, desde la hecatombe financiera de 1998, con sus antecedentes de dictaduras cívico militares latinoamericanas, hasta el presente del estado sudamericano, la actual crisis que sufre la vieja Europa y el imperio del capital. “Nosotros latinoamericanos somos expertos en crisis-- y las hemos enfrentado muy mal, siempre hemos actuado en función del capital y observamos con preocupación que es lo que está ocurriendo en Europa hoy”, lanzó, al comienzo de su disertación.
 

Hizo hincapié también en el lugar en el que se encontraba, la Sorbona, manifestando su emoción y nerviosismo por estar en la universidad cuna de idearios revolucionarios que, --textual--, “siguen influenciando a generaciones”, que 8 siglos después de su fundación, dijo, “la anciana sigue siendo el símbolo de la historia que ha forjado la Francia de hoy”.

Explicando que son las finanzas y no el hombre, las que están en el centro de las preocupaciones europeas, con cifras, ejemplos y sobre todo, demostrando que nuestra Latinoamérica ha pasado trágicamente por esta experiencia y paga todavía las consecuencias, Rafael Correa, comenzaba el miércoles una intensa agenda que culminaría el viernes, corolario, a su vez, de una visita a Europa que se había iniciado en Rusia y en Bielorrusia.

Un lleno total del auditorio de la mayor universidad francesa, demostró el interés del público, que ovacionó al primer mandatario. Sobre todo cuando hablando de la crisis europea, expresó que sólo se resuelve con políticas económicas, con la reconstrucción de mercados y sociedades, ya que –y es textual--, son los “ciudadanos de a pie” los que soportan el peso de la crisis.

Correa, de impecable traje oscuro y camisa blanca con bordados azules y cuello Mao, como acostumbra presentarse, comenzó hablando del proceso de dolarización que había sufrido el país de “la mitad del mundo”, --así ubicó geográficamente a su país--, del papel que jugó el Banco Central del Ecuador durante el derrumbe financiero de 1998 y el rol que juega hoy al servicio de la comunidad. En cuanto a la situación actual según un informe de la CEPAL, el Ecuador es el país que más redujo las desigualdades económicas en la región y la pobreza extrema. En ese sentido, Correa manifestó que “en el Ecuador ya no mandan más ni el capital financiero, ni los medios de comunicación, manda el pueblo. Eso se transforma en aeropuertos, carreteras, escuela, trabajo”. Ovación, por supuesto.

“Un banquero es un tipo que te presta un paraguas cuando hay sol y te lo quita cuando empieza a llover”, citó al escritor norteamericano Mark Twain y comenzó a desarrollar los orígenes de los endeudamientos latinoamericanos, banca privada, Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el neoliberalismo de los 80, el consenso de Washington, la minimización del estado, la crisis que no fue sólo económica sino de liderazgo y de ideas. El fundamentalismo neoliberal. Complicidad entre el poder financiero y el poder político y la debacle con la destrucción de la moneda nacional, el sucre y la dolarización de la economía.

“La Unión Europea sufre una crisis de deuda causada por el fundamentalismo neoliberal”, lanzó y continuó: “Repite los mismos errores que en su tiempo cometió la América Latina”. Habló puntillosamente, de la crisis actual de Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia en donde se protege a los capitales financieros. “La banca es el problema no la solución”, dijo y fue largamente aplaudido.

“Las capacidades europeas están intactas, la crisis no es real, es crisis financiera, con la complicidad de las burocracias financieras internacionales. La solución es la reconquista del control de capitales y mercados por parte de los ciudadanos y de las sociedades, la supremacía del ser humano por sobre el capital”