SOBRE EL CAMBIO DEL GABINETE Y LA POLÍTICA ECONÓMICA

Por Julio Gambina
jcgambina@gmail.com

Los cambios en el Gabinete son expresión de problemas en la Economía puestos de manifiesto en la política, es decir, en los resultados electorales entre agosto y octubre pasado y tienen sentido de cara a los próximos dos años, es decir, la nueva gestión presidencial entre 2015 y 2019. 
Se dice hasta el cansancio que habrá continuidad y que se pretende otorgar previsibilidad al futuro, dicho en boca del Jefe de Gabinete y del nuevo Ministro de Economía.

"Política económica", columna de opinión emitida en "Hipótesis" el lunes 25 de noviembre de 2013.

Respecto de la continuidad, existían señales previas que ahora se profundizarán: a) el acuerdo con el BM fue el inicio de un rumbo para insertar a la Argentina en el mercado de crédito mundial; b) la disposición del BCRA para restringir el uso local del crédito a las cerealeras y remitirlas a obtener sus pre-financiaciones de exportación en el exterior van en ese sentido; c)  la mayor depreciación del tipo de cambio durante el 2013, respecto del 2012 y años previos es algo a profundizar, tal como ocurrió en esta semana, con un tipo de cambio de 6,09 pesos por dólar y manteniendo los valores del blue, paralelo o ilegal; d) acuerdo YPF-Chevron como modelo para seguir atrayendo inversiones externas. Lo dicho es que habrá continuidad y en todo caso profundización de señales que ya se había iniciado, para ajustar la cotización del dólar y achicar la brecha con el paralelo; además acelerar las condiciones para la vuelta al mercado de crédito mundial y al endeudamiento y la radicación de inversiones externas.
Mucho se dice sobre las personas designadas y en ese sentido, solo resta considerar la práctica al frente de la función asignada. Sobre Capitanich, sorprende que el propio Clarín rural resalte el papel del gobernador chaqueño en el desarrollo sojero de esa provincia y la modernización de infraestructura para afirmar el modelo productivo que tanta crítica genera en productores de la agricultura familiar o pueblos fumigados.
Sobre Axel Kicillof se discute su ideología, si keynesiana o marxista, sin considerar que más allá de la formación, lo que define a uno u otro de esos paradigmas es la posición de sostén o crítica al orden capitalista. Se puede conocer a fondo a diferentes autores, pero lo que interesa es la “política deliberada de acción que se asuma” para defender el modelo productivo y de desarrollo en curso, sus beneficiarios o perjudicados o transformarlo. A modo de ejemplo se puede uno interrogar sobre cuáles serán las respuestas ante la inflación. ¿Se tendrán en cuenta las demandas de actualizar ingresos salariales y populares, jubilación AUH, etc.? La propia Presidente ratificó los acuerdos con Chevron y sugirió no tener anteojeras para inducir acuerdos similares no solo en el sector petrolero.
La crítica al capitalismo requiere de una voluntad popular consciente que sustente políticas de trasformación revolucionaria. Es algo no verificable, ni en el gobierno ni en la sociedad y que es asignatura pendiente para la construcción de alternativa popular anti capitalista y por el socialismo.