FRONTERAS RIGUROSAMENTE LETALES

Por Ester Stekelberg
stekelberg@gmail.com


Mientras los diarios publican, acá en Europa, una de las mayores tragedias migratorias que se recuerde en la ciudad española de Ceuta en el norte de África, la muerte de 14 personas, ahogadas mientras trataban de cruzar por el mar la frontera entre Marruecos y España, el filósofo estadounidense Noam Chomsky, expresaba en Roma, que las democracias europeas están –textual—“al borde del colapso total, en un paso previo hacia las dictaduras, independientemente del color político de sus gobiernos, porque las decisiones las toman dirigentes y burócratas de Bruselas, no electos”. "Contratapa" columna de opinión emitida en "Hipótesis" el sábado 8 de febrero de 2014.
Hoy, sábado, las autoridades de Ceuta y las fuerzas de seguridad calculan en 14, dato provisional, la cifra de inmigrantes ahogados el jueves en la playa del Tarajal mientras trataban de cruzar por el mar la frontera entre Marruecos y España. De confirmarse el número de fallecidos – dice la publicación en línea La Rioja.com--, “se estará ante la mayor tragedia en varias décadas en las fronteras terrestres que España tiene en el norte de África como demuestra el hecho de que en los últimos nueve años la cifra de inmigrantes muertos mientras intentaban superar las vallas de Ceuta y Melilla ‘apenas’ (esta palabra, decimos, es la utilizada por la publicación), es de veinte personas”, y agrega: “Mientras continuaban las labores de búsqueda de víctimas en las proximidades de la playa del Tarajal, las fuerzas de seguridad españolas redoblaron las medidas de control en el puesto fronterizo ante el temor de nuevas avalanchas, ya que se calcula que al menos hay otro millar de inmigrantes ocultos en bosques próximos, a la espera de su oportunidad para enfrentarse a la valla”.

Lo que no queda claro, (¿no queda claro?), es la utilización de balas de goma y de fogueo y gases lacrimógenos contra los africanos, que, según testimonios de algunas de las organizaciones que atendieron a grupos de sobrevivientes, “se empujaban, pisoteaban y nadaban para superar la frontera”.

En declaraciones a Europa Press la activista Helena Maleno,  investigadora especialista en migraciones y trata de seres humanos, con especial atención a mujeres y menores, explicaba que los testimonios de los inmigrantes repiten la misma versión, “no han sido las fuerzas policiales marroquíes las más duras al reprimir su intento de llegar a España, sino la Guardia Civil”.

Mónica García, directora de la Red Acoge, ONG que promueve los derechos de los inmigrantes, manifestó que, "ni cuchillas en la valla, ni prolongación del espigón, nada evita que una persona huya de las violaciones de los derechos humanos"

En un comunicado, la organización lamenta los fallecimientos e indica que "continuar con la 'fortificación' de las fronteras no soluciona ningún problema. Hoy vuelve a ser un día trágico para las personas que, como reconoce el artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, creyeron que podían emigrar y confiaban en que tenían derecho a una vida digna."

Ahora bien, decimos, según la Guardia Civil, los tres puestos fronterizos claves, por donde intentaron pasar los inmigrantes, no tienen cámaras, por lo que no se puede ver lo actuado por los efectivos. Y esta contratapa se dice que si esta Europa que ha instalado cámaras de todas formas, tamaños, colores, alcance, tecnologías y las variantes posibles, en todos los lugares (¡públicos y privados!) posibles, no las instaló en ese lugar tan específico, algo huele a podrido en Dinamarca, francamente.

Sin embargo la versión de la delegación del gobierno de Ceuta, se contrapone con la de la Guardia Civil. Ya que, afirma, todo el perímetro fronterizo tiene cámaras. Lo que está lleno de lógica.

De la lógica del gobierno español (como podía haber sido el francés o cualquier otro en esta Europa en crisis), que destinó 1,2 millones de euros del presupuesto del estado, para ubicar más cámaras, del tipo térmicas para distinguir a las personas inmigrantes por el calor de su cuerpo, y del tipo domo, que permiten un ángulo de visión total porque giran 360 grados.

Políticas de inmigración que le dicen. También dicen que el Mediterráneo es una de las fronteras más monitorizadas del mundo. Desde el espigón que separa España de Marruecos, en Ceuta, hasta los 300 km que separan Libia de la italiana isla de Lampedusa.

Justamente fue en la capital italiana, en Roma, en el marco del Festival de Ciencias, que Noam Chomsky, filósofo y lingüista norteamericano, habló del colapso de las democracias europeas. Y fue más lejos todavía, recordó recientes palabras del presidente del Banco Central Europeo cuando dijo que “el contrato social ha muerto”, lo que interpretó como el reconocimiento que la agenda política está siendo dictada por los financistas y sus grupos de poder. Según el matutino La República de Uruguay, Chomsky remarcó que el interés principal ahora de estas fuerzas combinadas, es la destrucción “de los sistemas de previsión social. La política solo servirá de ahora en más para hacer mucho más ricos a los banqueros”

Mientras tanto en la España de charanga y pandereta, la infanta Cristina, hija menor del patético rey matador de elefantes, lejos, muy lejos de los muertos de Ceuta, que esas no son sus preocupaciones, bajará del tronillo para subir al banquillo de los acusados, acusada de blanqueo de capitales y evasión fiscal… allí, en el tribunal de Palma de Mallorca, casualmente en el mismo Mediterráneo que ahogó a los desesperados africanos, contrariamente a su monárquico padre, nadie le pedirá que se calle.