MULTIPLES ATAQUES A SUDAMERICA Y ARGENTINA

Por Luis Saavedra    elidaluis@gmail.com
 
Esta semana en su sección “What in the world” o sea, que hay en el mundo, la edición en inglés de la CNN lanzó un feroz ataque contra la Argentina y otros países que intentan adoptar un rumbo diferente a los dictados neoliberales de los centros imperiales y sus aliados nativos.

"A Contrapelocolumna de opinión emitida en "Hipótesis" el sábado 25 de enero de 2014.

El periodista señala que Argentina marcha a su propia destrucción por cinco razones: ataca a las grandes empresas, genera hiperinflación, destruye su moneda, subsidia la producción cerrando el país y de esta manera la Presidenta Cristina Fernández ha devenido una dictadora, profundizando la política de su esposo Néstor.
Reproducen imágenes de la Presidenta en discursos duros y le dedican la canción “No llores por mi Argentina” de la ópera rock Evita, que atacaba ferozmente a la esposa del general Perón.
La nota, termina reproduciendo un artículo del diario de negocios por excelencia, The Wall Sreet Journal, en el que se presenta del lado del océano Pacífico cuatro países en verde, Chile, Perú, Colombia y México. Con frente al Atlántico tres países en rojo: Venezuela, Brasil y Argentina. Augura un gran porvenir para los países en verde y un desastre para los países en rojo.
Si recordamos que desde la guerra fría, el rojo es el color de los malos, que los así marcados son los tres que jugaron un papel decisivo en la derrota del ALCA, lograda en la Cumbre de Presidentes de Mar del Plata en noviembre de 2005 y que los marcados en verde tienen tratados de libre comercio con Estados Unidos, está muy clarito de donde viene y a donde apunta tanta basura televisiva.
Esta misma semana el sociólogo brasileño Emir Sader, se refiere indignado a otra nota golpista del citado periódico de negocios norteamericano.
Dice Sader “El que lea la descripción que la periodista de The Wall Street Journal hace de Buenos Aires, tendrá la nítida impresión de que ella habla de la Buenos Aires de la crisis del 2001/2002: “Una sensación de premonición se cernía sobre la ciudad. La economía estancada, la inflación en alza, el capital saliendo del país y los porteños de todos los ámbitos preparados para una tormenta y resignarse a las penurias que llegarían a esta ciudad porteña”.
“Hasta que ella llega al sorprendente diagnóstico de esa dramática situación: “Destruir la riqueza de una nación demora un largo tiempo, pero (y ahí viene la sorpresa), una década de kirchnerismo, de gobiernos encabezados por Néstor Kirchner y por su actual viuda Cristina Fernández de Kirchner, parece lograr”.
Sigue la nota del Journal, criticada párrafo a párrafo por el brasileño, hasta terminar pronosticando una explosión social. No aclara quien la protagonizará, puede que sean los casi dos millones de argentinos que están disfrutando sus vacaciones, dentro y fuera del país.
Los ataques político mediáticos vienen de todas direcciones, Clarín critica la ausencia de representantes oficiales en la cumbre de Davos, donde se reúnen los grandes empresarios y jefes de negocios del mundo, todos los años para esta fecha.
La Nación es más explícita, señala la disconformidad de los CEOS, los jefes de las multinacionales con sede en la Argentina con las políticas oficiales. Dieciséis sobre diecinueve presentes se expresan con suma dureza
Los argumentos, de manera no casual, coinciden con los de la CNN y el Journal. La confianza de Argentina para invertir en el país queda por debajo de Venezuela y Brasil, que también son atacados.
Sin embargo, parece que la crisis real anda por otro lado, ya que por primera vez en su historia la conferencia de Davos se fijó como uno de los temas centrales el ataque al desempleo, particularmente en Europa.
Uniendo todo esto con el ataque especulativo que se viene desarrollando en el mercado cambiario y las maniobras de precios, podemos decir sin tomar a equivocarnos que estamos frente a un profundo intento desestabilizador, tendiente a lograr que el gobierno se vea obligado a adoptar las políticas neoliberales que benefician sus intereses.
Y esta misma semana, que no careció precisamente de material informativo, la Presidenta apareció en la cadena nacional para presentar un programa destinado a jóvenes de 18 a 24 años que no trabajan ni estudian.
28.313 jóvenes se anotaron en los dos primeros días de inscripción y el jueves hubo reunión plenaria de todos los ministros cuyas carteras tienen relación con el plan, para coordinar las tareas.
La presidenta lanzó el plan el miércoles. El jueves aparece en La Capital una brillante nota de Hernán Lascano, jefe de la sección policiales, titulada “Crímenes en Rosario: una ciudad donde los que matan y mueren se parecen”, del cual rescatamos un párrafo definitorio.
En estos casos, como en tantos rutinarios enfentamientos a balazos en los barrios, más interesante que apuntar al origen del conflicto puede ser poner foco en otro aspecto: el modo en que para tantos jóvenes, como señala el criminólogo Enrique Font, la violencia no es apenas un medio para conseguir algo, sino un modo de ser alguien. Tener un arma y usarla es, en vastos sectores sociales privados de bienestar, un mecanismo de generar identidad, despertar adhesiones y producir respeto.
Leer esto, el mismo día en que se informa sobre el proyecto presentado el día anterior por la cadena nacional, permite comprender con la mayor claridad el acierto del programa Progresar. Alentar a los jóvenes a identificarse con un título y una apertura laboral, no con los soldados de Al Capone.
Junto a la Asignación Universal Por Hijo, el programa Jóvenes del Ministerio de Trabajo y otros programas sociales, más el Procrear y los aumentos bianuales para seis millones de jubilados, de los cuales, la mitad no podrían serlo sin la moratoria lanzada por el entonces presidente Néstor Kirchner, explican buena parte de los gastos públicos, que merecen la ira de los personajes de Davos, la CNN, el Wall Street Journal y los grandes medios locales.
Discretamente, después del acto, la presidenta informó a sus colaboradores más directos, que adelantaría en tres días su presencia en La Habana, donde el martes se reunirá la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac). En efecto ya está en La Habana.
En estos tres días, CFK tomará contacto con otros mandatarios de la región, muy probablemente con los que marca en rojo el mapa del Journal. Cristina muestra así que sigue en actividad, a pesar de sus dolencias físicas, que algunos se apuraron a celebrar. Y que trabaja a dos puntos en los problemas internos y en los regionales. Se especula también sobre una entrevista con Fidel Castro.
Mientras tanto el Jefe de Gabinete Jorge Capitanich y el ministro de Economía, Axel Kiciloff, lanzaron públicamente un cambio radical en la política cambiaria: a partir del lunes estará autorizada la compra de dólares para adquisición de bienes, viajes y ahorro personal.
Ha trascendido que las nuevas medidas fueron impulsadas por l Presidenta en una reunión sostenida con el jefe de Gabinete y el equipo económico el viernes 17 y aprobadas por ella antes de anunciarse pública
Del lunes en adelante sabremos si la medida resulta exitosa o agrava el problema cambiario que forma la punta de lanza del proyecto destituyente, mediante un fuerte ataque especulativo. Lo más duro de la batalla está por delante y depende de la actitud de los actores sociales, políticos y económicos.
Pero vale la pena acotar un par de cosas. La autorización es para personas físicas, no para empresas, que ya vienen especulando en el mercado mayorista, en segundo lugar, los compradores deberán mostrar sus declaraciones ante la AFIP, es decir se obliga a blanquearse a quienes quieran atesorar dólares.
Y lo más importante: inspectores del Banco Central acompañados por personal de la Policía Federal y Gendarmería comenzaron a allanar las cuevas donde se hacen operaciones ilegales con el mal llamado dólar paralelo o blue.
Sería una buena medida complementaria prohibir la difusión por los medios de comunicación de la cotización de esas transacciones ilegales, lo cual significaría cortarle la yugular la especulación.
Si nos dicen que eso atentaría contra la libertad de prensa, entonces también podría difundirse por los medios la cotización de la cocaína, según sus diferentes calidades. Si ambas cosas son ilegales, porque una se puede divulgar y la otra no.