“ALELUYA POR GAZA, POR PALESTINA, POR LA HUMANIDAD”

Por Ester Stekelberg
stekelberg@gmail.com

“El Tribunal Russell, también conocido con el nombre de Tribunal Internacional sobre Crímenes de Guerra o Tribunal Russell-Sartre, fue (es) un organismo público establecido por el filósofo británico Bertrand Russell y secundado por Jean-Paul Sartre, filósofo y dramaturgo francés”.

“Este Tribunal contó con la participación de personalidades como Julio Cortázar, Ken Coates y Ralph Schoenman y se encargó de investigar y evaluar la política exterior estadounidense y la intervención militar que este país llevó a cabo en Vietnam tras la derrota de las fuerzas francesas durante la Batalla de Dien Bien Phu en 1954 y la instauración de Vietnam del Norte y del Sur”.




"Contratapa", columna de opinión emitida en "Hipótesis" el sábado 27 de octubre de 2014.


“El Tribunal se constituyó en noviembre de 1966. Atrajo en gran medida la atención internacional, aunque no la de Estados Unidos, donde, en general, fue ignorado y tachado de juicio previsible, inútil y sesgado”

Con esta descripción/definición muy escueta pero bien clarita sobre lo que es el tribunal Russell, nuestra contra introduce el tema, hoy sábado, cuando las comunidades palestinas de todo el mundo han convocado a “una jornada de movilizaciones para demostrar que no olvidamos los crímenes diarios israelíes aunque dejen de ser portada, y que seguimos exigiendo justicia contra su impunidad criminal”

En este sentido y volviendo al Tribunal Russell, desde 2009 existe el Tribunal Russell por Palestina, para “movilizar la opinión pública y que las Naciones Unidas y sus estados miembro, tomen las medidas necesarias para terminar con la impunidad del estado de Israel y lograr un acuerdo justo y duradero que ponga fin a este conflicto”.

El 25 de setiembre de 2014, este organismo no gubernamental presentó las conclusiones referidas a los crímenes de guerra cometidos por el ejército israelí durante la operación “Margen Protector” contra Gaza. Jueces y juristas reunidos en sesión extraordinaria en Bruselas, constataron que en el marco de dicha operación, --textual-- “el ejército israelí cometió crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad”. El jurado declaró además, tener pruebas “que demuestran una retórica de incitación racista de parte de la sociedad y autoridades israelíes durante el verano de 2014. Las evidencias comprueban que la incitación se manifiesta a través de muchos niveles de la sociedad israelí, como también en los medios de comunicación tradicionales, desde los aficionados al fútbol, los policías, los comentaristas de medios de comunicación, líderes religiosos, legisladores y ministros del gobierno”, como detallara la periodista Yasna Mussa.

El jurado que integró este tribunal estuvo integrado por John Dugard, Miguel Ángel Estrella, Christiane Hessel, Richard Falk, Ronnie Kasrils, Paul Laverty, Ken Loach, Michael Mansfield, Radhia Nasraoui, Vandana Shiva, Ahdaf Soueif y Roger Waters.

En esta oportunidad declararon como testigos oculares de los ataques israelíes durante la invasión a Gaza entre julio y agosto, entre otros, los periodistas Mohammed Omer, Max Blumenthal, David Sheen, Martin Lejeune, Eran Efrati y Paul Mason, los cirujanos Mads Gilbert, Mohammed Abou Arab; el experto en crímenes de genocidio Paul Behrens, y Col Desmond Travers e Ivan Karakashian, promotores de la defensa internacional de los niños.

Sería imposible por razones de tiempo, leer los 35 puntos de las conclusiones. Tomaremos algunas para que se tenga  una idea del trabajo realizado por el Tribunal al que dieran el título de: "La guerra de Gaza (2014) por el Derecho Internacional: Una investigación sobre los crímenes de Israel”

Crímenes de guerra y derecho internacional. Leemos: “Las pruebas presentadas por los testigos que comparecieron ante el TRP cubre sólo una pequeña fracción de los incidentes que se produjeron durante la operación margen protector. Su testimonio, sin embargo, junto con la extensa documentación referida a los ataques de Israel, conduce inevitablemente a la conclusión de que el ejército israelí ha cometido crímenes de guerra. Las fuerzas israelíes han violado los dos principios cardinales del derecho internacional humanitario, por un lado la  necesidad de distinguir claramente entre objetivos civiles y objetivos militares. Israel bombardeó zonas civiles, incluidos hospitales, escuelas y mezquitas. Se estima que 700 toneladas de municiones fueron empleados por el ejército israelí durante la operación, en contraste con 50 toneladas durante la Operación Plomo Fundido en 2008-09. La prohibición del derecho de la población civil de salir del territorio atacado para buscar asistencia y protección como refugiados de guerra en violación del derecho a salir del país según el artículo 13 (2) de la Declaración de las naciones Unidas sobre Derechos Humanos”

Violaciones de los derechos humanos: “El Tribunal considera que hay motivos para creer que una gran cantidad de crímenes y violaciones de los derechos humanos fundamentales han sido y siguen cometiéndose por motivos discriminatorios en contra del pueblo palestino y de la población de Gaza. En este sentido, el Tribunal toma nota de la siguiente lista no exhaustiva de violaciones: asesinato, tortura (incluyendo el caso de Ahmad Abu Raida, 16 años, quien fuera secuestrado por militares israelíes, castigado con un alambre, amenazado de violación durante los interrogatorios y obligado a actuar como escudo humano), violencia sexual (como Khalil al-Najjar, el imán en Khuza'a que fue obligado a desnudarse en público), violencias físicas que sin ser tortura, es sometimiento a condiciones inhumanas; la humillación y la degradación constante; aterrorizar a la población civil (incluyendo ejemplos de los ciudadanos de Gaza obligados por el ejército israelí a permanecer en sus hogares luego de ser sometidos a un bombardeo); arresto y detención ilegal; prisión o reclusión; restricciones a la libertad de movimiento (incluyendo la negación de un corredor humanitario o la capacidad de abandonar el territorio de Gaza), y la confiscación o destrucción de viviendas particulares, empresas, edificios religiosos, edificios o medios de subsistencia culturales o simbólicos”

Y en el 29: “Sesiones anteriores del TRP han establecido que el Estado de Israel está implementando un sistema de apartheid basado en el predominio de los Judíos de Israel sobre los palestinos. Más allá del prolongado asedio y el castigo colectivo de los palestinos de Gaza, del proyecto de asentamiento permanente en Cisjordania, y de los ataques militares masivos ahora periódicos sobre la población civil de la Franja de Gaza, hay que añadir el aumento de las expresiones de odio racista agravado (…) El jurado ha escuchado alarmantes pruebas en el transcurso de esta sesión extraordinaria; tenemos un temor genuino de que en un entorno de impunidad y ante la ausencia de sanción por delitos graves y repetidos, las lecciones de Ruanda y otras atrocidades masivas caigan nuevamente en letra muerta”


Yasna Mussa, chilena, corresponsal del periódico trasandino El Desconcierto, deportada de Israel por su origen palestino, enviada especial a Bruselas para cubrir el TRP, escribe: ‘Para concluir la cita parlamentaria en los salones del edificio Altiero Spinelli , Roger Waters, líder de Pink Foyd y quizás el más famoso de los miembros del jurado, interpretó junto a su guitarra una de sus últimas canciones. Notoriamente emocionado, Waters invitó a los asistentes a cantar junto a él un coro que repetía suavemente: “Aleluya. Por Gaza, por Palestina. Por la humanidad”