AMOROSA REVOLUCION CUBANA

Presidentes François Hollande y Raúl Castro
Por Ester Stekelberg
stekelberg@gmail.com

Quienes amamos profundamente a Cuba y a su Revolución, con los aciertos y desaciertos, con los defectos y las virtudes, así como solía decir nuestro Galeano de cabecera: “¿Por qué voy a confundirla, ahora con el infierno, si yo nunca la he confundido con el Paraíso?".

Audio: http://www.4shared.com/mp3/8WjfJfT-ba/160130_-_CONTRATAPA_web.html


“Contratapa”, columna de opinión emitida en “Hipótesis” el sábado 30 de enero de 2016.


O  tomando las palabras de Carlos Fonseca Amador (también citado por Eduardo Galeano), el fundador del Frente Sandinista: "Los amigos de verdad son los que critican de frente y elogian por la espalda”, decía, quienes amamos a Cuba, nos estremecemos de pies a cabeza cuando vemos flamear su enseña nacional a todo lo largo de la avenida de los Campos Elíseos, en Paris, flameando al lado de la francesa, a lo largo de los casi tres kilómetros que separan la gran rueda de la Place de la Concorde, al este, con el simbólico Arco del Triunfo, al oeste, ahí donde en las últimas secuencias de la película de René Clément, “Arde Paris”, se escucha la desencajada e inquietante voz de Adolf Hitler aquel 25 de agosto por la mañana, preguntando urgido: “¿Arde Paris?” e insistir: “Pero, ¿arde Paris?”, al enterarse que las tropas aliadas ya estaban dentro de la capital francesa.

Francia se viste de Cuba estos días, por la llegada el 1° de febrero,  del presidente cubano Raúl Castro, de visita al país galo. Es la segunda vez que un presidente cubano realiza una visita oficial, después del célebre viaje de Fidel Castro en 1995, cuando fue recibido por el entonces presidente François Mitterrand, visita de la que nos queda la cálida imagen de Danielle Mitterrand, esposa del mandatario galo, abrazando con infinito afecto al líder de la Revolución.

Escribe el periodista Salim Lamrani: “Según el Palacio Eliseo –aclaramos, nuestra Casa Rosada en Paris--, se trata de una ‘nueva etapa’ que reforzará la relación franco cubana. Por su lado, el Ministerio del Exterior caribeño, confirmó por un lado,  el ‘excelente estado de las relaciones bilaterales y el diálogo político’ y agrega: ‘Francia es un socio importante para Cuba, con quien mantenemos significativos lazos de cooperación y de acuerdos mutuos’, señaló el vocero de la diplomacia cubana, Rogelio Sierra”

Lamrani describe que en mayo de 2015, François Hollande había realizado una visita histórica a Cuba, transformándose en el segundo presidente europeo (después de Chipre) en visitar la isla caribeña y explica: “Francia es consciente de la importancia política de Cuba, que goza de un gran prestigio en América Latina y que es miembro de dos organismos de integración regional como  la CELAC (integrada por 33 países) y la Alianza Bolivariana de los Pueblos de nuestra América, ALBA, (integrada por 13 naciones). En La Habana, Hollande subrayó la importancia de su viaje: ‘Venir a Cuba, dijo, es venir a un país que, en América Latina, ha representado una forma de expresión, de reivindicación de la dignidad y de la independencia. Esto explica el importante rol que juega el país en numerosas mediaciones’”.

Y continúa el analista: “De esta manera Paris ha indicado a la Unión Europea cuál es el camino a seguir, dado que la Comunidad viene imponiendo una posición común que ha constituido un obstáculo para la normalización de las relaciones entre Bruselas y La Habana. Así Francia apela a un nuevo acercamiento constructivo basado en intereses mutuos y sobre todo dejando de lado la política impuesta por Washington” y en otro párrafo: “Habiendo perdido los Estados Unidos su influencia en la región, Francia debe jugar un rol mayor, reforzando la cooperación con los 33 países de América Latina y el Caribe. El continente cuenta con una población de 600 millones de personas y representa un terreno de inversiones favorables a las empresas francesas”
 
Cuenta Lamrani que en la actualidad más de 60 empresas francesas, están instaladas en Cuba, entre ellas Pernod-Ricard que acaba de ganar una batalla histórica contra la multinacional del Rhum Bacardi que usurpaba desde 1994 la marca Havana Club en el mercado estadounidense. La oficina de marcas y brevets de Estados Unidos concluyó que Cuba es el legítimo propietario de la más célebre marca de rhum en el mundo y culmina el periodista: “Reforzar los lazos entre Francia y Cuba, marca el comienzo de una nueva era. Paris muestra que es posible construir relaciones cordiales y fructíferas con La Habana, basándolas en la igualdad soberana, la reciprocidad y la no injerencia en las cuestiones internas”.

En medio de esta visita de una importancia casi fundante en la coyuntura actual, no sólo respecto de la Unión Europea, sino también respecto del imperio, hay grandes gusanos, tan grandes como dinosaurios, que todavía hablan de la dictadura castrista y hacen llamamientos contra la visita del presidente caribeño a Francia. Es el caso del escritor Jacobo Machover, cubano viviendo en Francia, periodista, furioso anticastrista, que entre otros chiches escribió en setiembre de 1997 en la revista Trazos de Cuba, después de los atentados terroristas contra 3 hoteles de La Habana, el Copacabana, el Tritón y el Chateau Miramar en donde resultaron heridas numerosas personas y perdió la vida un turista italiano:  “si existiera una violencia justificable, esa sería la que se ejerce actualmente y la que se ejerció en los años 60 contra el régimen de Castro”. Jacobo Machover es amigo de la prensa gusana de Miami y de la oposición golpista venezolana. Si hasta se le ha escuchado decir que: “Sin lugar a dudas quien se destaca por su complicidad con el castrismo ha sido Gabriel García Márquez el Premio Nobel colombiano que le debe en parte su Premio Nobel a Fidel Castro…” cosas oyeres…

En la página de información République Sociale, el blogger Vincent D escribe en su artículo Visita de Raúl Castro, atención a la desinformación, que “al margen de los acuerdos que se firmarán y los bellos discursos de los dirigentes europeos, Cuba continuará a ser estigmatizada y calumniada por la mayoría de nuestros medios. Es verdad que mucho menos que antes, porque las mentiras repetidas contra un país y un pueblo, no pueden ser permanentes. Sin embargo la propaganda continúa, todo es bueno para criticar al sistema cubano y a sus dirigentes… Las principales críticas las conocemos y los medios nos las recuerdan sin cesar. Son los mismos medios que no ven ninguna objeción en que Francia sea uno de los mejores aliados de las monarquías petroleras, que practican la decapitación o que no permiten que las mujeres manejen automóviles. Y se hacen eco, en cambio, de lo que los exiliados cubanos gritan a los cuatros vientos, los exiliados que perdieron sus privilegios después del triunfo de la Revolución

Hasta aquí el blogger Vincent D.

Y esta contra vuelve, como cada vez al irremplazable Eduardo Hughes Galeano que supo escribir que “A lo largo de más de cuarenta años, esta Revolución, castigada, bloqueada, calumniada, ha hecho bastante menos que lo que quería pero ha hecho mucho más que lo que podía. Y en eso está. Ella sigue cometiendo la peligrosa locura de creer que los seres humanos no estamos condenados a la humillación”.