Notre-Dame-des-Landes. Ni hormigón ni expulsión |
Por Ester Stekelberg
stekelberg@gmail.com"Contratapa", columna de opinión emitida en "Hipótesis" el sábado 14 de abril de 2018.
AUDIO
Llegando a los 50 años del Mayo francés, que el presidente del Palacio del Eliseo (nuestra casa Rosada), Emmanuel Macron, quiere celebrar “sin dogmas ni prejuicios”...
... es textual, (también es real que el actual presidente
galo nació después de mayo del 68, es un yuppie --¿se acuerda del término?--,
un jovencito que no llega a los 50),
Francia está pasando por lo que algunos analistas llaman “macronismo” y otros,
como el profesor en Ciencias Sociales Didier Fassin, de la universidad de
Princeton, niega, expresando que “no pienso que exista algo como el ‘macronismo’,
que supondría una ideología específica, una concepción particular del poder o
una visión singular del mundo”, decíamos, llegando a los 50 años del Mayo
francés, la represión a la protesta, las huelgas y tomas de facultades por los
embates reformistas del gobierno, en resumen, la tensión social en múltiples
sectores, son el panorama inquietante hoy, aquí en Francia y tienen claramente
una ideología específica, se llama neoliberalismo.
Hablábamos de las huelgas ferroviarias en la contra
del sábado pasado. Si anteriores gobiernos de derecha, socialista (o
socialdemócrata) dieron estocadas mortales a los servicios públicos, correos,
teléfonos, agua, electricidad, Emmanuel Macron prepara el marronazo en la
frente (como diría nuestro Zitarrosa) y no “for export”, sino “para la
privatización” del servicio ferroviario. Los laburantes, los “cheminots”, están
en pie de guerra y ya anunciaron que las medidas seguirán la semana próxima
(con la preocupación de los usuarios que en tiempos de vacaciones pascuales,
como las que comienzan a fines de abril), tendrán, está claro, algunos
inconvenientes para los desplazamientos.
Sin embargo esta semana se caracterizó por la
intervención violenta si las hubo, de la gendarmería, en la ZAD, (Zona a
defender) de Notre-Dame-des-Landes, en el oeste francés, cerca de la ciudad de Nantes
y del importante puerto de Saint Nazaire, en una zona boscosa, el bocage, que desde
hace algunos años ha sido ocupada por grupos ecologistas y ambientalistas en
defensa del territorio contra la voluntad de construcción de un aeropuerto
internacional. El estado decidió arrasar brutalmente con la experiencia
colectiva utilizando gases lacrimógenos contra los llamados “zadistas”, entre
los que había niños y viejos. Las operaciones de expulsión comenzaron el lunes
y en cuatro días se destruyeron lo que oficialmente denominan “squats”, ocupaciones ilegales, de quienes no
hubieren regularizado su situación, presentado proyecto agrícolas (a la manera
exigida por el gobierno, o sea individualmente), siendo que se trata de un
proyecto colectivo, que desde 2009 cobija a hombres y mujeres, campesinos de la
zona defendiendo su territorio, en donde se crearon una biblioteca, una radio,
talleres de aprendizaje, en resumen, un espacio alternativo de vida y además, hay
que decirlo, con fuerte apoyo popular.
El perfil facebook “Nantes en rebeldía”, expresa en un
comunicado de prensa: “Universidades, ferroviarios, ZAD… el gobierno Macron ataca
todos los frentes con una violencia inédita. Respondámosle juntos todas y
todos. Mientras que 2500 gendarmes toman por asalto Notre-Dame-des-Landes,
mientras que decenas de universidades están bloqueadas resistiendo a la selección social, mientras que la huelga
de ferroviarios continúa, hagamos converger la rabia. La victoria de una de
estas luchas, será la victoria de todas y todos”. Y la última frase, la más
significativa, a mi entender: “ Juntos podemos hacer retroceder a este
gobierno”…. Para tener en cuenta.
Pequeño apartado para el ministro de la Transición
Ecológica, Nicolas Hulot, periodista, productor televisivo, creador de la
–digámosle-- marca, “Ushuaia” (así se
llamaba su programa que durante años mostró desde la ecología a la tierra y sus
conflictos, sus bellezas y sus destrucciones), el ministro que creó la
Fundación Nicolas Hulot por la naturaleza y el hombre, que años ha, se oponía
firmemente a la construcción del aeropuerto de Notre-Dame-des-Landes, expresó
tras la operación de expulsión de la gendarmería, contra los zadistas, (textual,
fuente France Info), que: “espero que se haya tratado de la fase más desagradable,
(…) Creo que las cosas se terminaron de la manera menos mal posible” y
en otro pasaje: “No se van a aceptar proyectos colectivos, sino individuales
asociados, coordinados entre ellos que pueden llegar a transformarse en un
proyecto territorial”
Y otro pequeño
apartado, al menos para esta contra, respecto de lo que pasa en las
universidades francesas, --muchas tomadas por estudiantes y docentes, otras
desocupadas por la fuerza--, a causa de la reforma universitaria que pretende
implementar el gobierno Macron, que es en realidad una reforma al acceso a la
universidad, o sea, criterios de selección para el acceso a la universidad,
según la ley presentada por la ministra de Enseñanza Superior, Frédérique
Vidal, de ahí la ley Vidal. El ambiente es tenso y ocurrieron hechos de
violencia protagonizados por grupos de ultraderecha, como en la Universidad
Paul Valéry de Montpellier, en donde un grupo de encapuchados pintó en la
paredes consignas fascistas y agredió a varios estudiantes con artefactos
incendiarios.
Como leímos en una pancarta de manifestantes en la
capital francesa y con gran ironía: ¡Feliz cumpleaños Mayo del 68!