HOMENAJE DE HIPOTESIS A LA ENTRAÑABLE ELSA "CHICHE" MASSA, MADRE DE LA PLAZA 25 DE MAYO

Elsa "Chiche" Massa Ph. Manuel Costa
Ester Stekelberg stekelberg@gmail.com 

"Apertura" emitida en "Hipótesis" el sábado 23 de Junio de 2018.




A veces pasan cosas… 

 Y cuando nos pasan estas cosas, cosas concretas, dolorosas, cosas con nombre y apellido y no producto de alguna mente diletante, decíamos, cuando nos pasan estas cosas, quisiéremos tener la palabra justa, esa que nos abrace, que nos abarque, que nos proteja, que nos diga que aunque nada esté bien, la lucha no se termina.


A veces pasan cosas…

Este jueves 21 de junio, por primera vez desde hace ya 40 años, la ronda en la Plaza 25 de Mayo de Rosario, no tuvo Madres. La última que nos quedaba, la entrañable Chiche Massa, murió el miércoles por la noche. No nos reponíamos de la tremenda tristeza de haber perdido a Norma Vermeulen, que la desazón volvió a atacar.

La Plaza sin Madres, pero con los Pañuelos como Bandera de lucha inquebrantable, como fue la lucha de todas y de cada una de ellas. 

Chiche Massa, tenía 93 años y partió sin haber podido recuperar el cuerpo de su hijo Ricardo, desparecido el 26 de agosto de 1977 a los 30 años. Ricardo era médico, vivía en Rufino con su compañera Susana Becker, también desaparecida, formaba parte de la Juventud Peronista. Sin embargo los ataques a la casa de Chiche y de la familia comenzaron antes del golpe de estado cívico militar eclesiástico del 24 de marzo del ’76. El 29 de enero de ese año nefasto, bestias parapoliciales que buscaban a Ricardo, hicieron explotar la vivienda familiar.  No lo encontraron en ese momento. 

Chiche contaba que, empezar a participar de Madres de Plaza 25 de Mayo, fue liberador y que sólo pudo llorar cuando en la primera marcha, vio la pancarta con el rostro de su hijo Ricardo. 

Chiche, parafraseando al Cortázar de cabecera, tan valientemente dulce… lloró varios días y solía contar que Nelma Jalil, otra de las irreemplazables, aconsejaba, déjenla llorar. Las Madres se contenían, se apaciguaban. 

Tu camino de lucha, el nuestro, que seguiremos hasta vaya a saber qué victoria, alguna, más chica, más grande, sin dejar un instante de pelear por la Memoria, la Verdad y la Justicia.

A veces pasan cosas. “…es el cielo que crece por tu pañuelo blanco”