Catedral de Notre Dame de Paris Ph. Hipótesis |
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"Contratapa", columna de opinión emitida en "Hipótesis" el sábado 20 de Abril de 2019.
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Si las llamas incendiando la celebérrima Notre Dame de
Paris, va a quedar por siempre grabado a fuego (sutileza) en los ojos y en el corazón
de millones en Francia y en el mundo, los días posteriores serán también un
“souvenir” particular, difícil de olvidar.
El lunes 15 de abril de 2019, a las 18.50, un fuego –cuyo
origen los peritajes aún no han podido determinar--, se desencadenó en la
inmensa estructura de madera que sostenía la cubierta de la nave central de la
catedral más famosa del mundo y según dicen, la más visitada del mundo. La
notable y bella catedral de Notre Dame de Paris. Si bien la visión de las
llamas hizo temer lo peor, es decir la destrucción total de 850 años de
historia, a la mañana siguiente se pudo tener la real medida de lo ocurrido. ¿Fue
un desastre?, si, fue un desastre, ¿tardarán años en ponerla de nuevo en pie?,
sí, tardarán muchos años. Quedan flotando todavía las palabras a eso de las 11
y media de la noche, casi medianoche del lunes 15, cuando el presidente Macron,
en conferencia de prensa improvisada, junto con el gabinete y la alcaldesa de
parís Anne Hidalgo, manifestó que no son tiempos para las batallas, hay que
priorizar Notre Dame, que –textual— “somos un pueblo de constructores, tenemos
tanto que reconstruir que reconstruiremos juntos Notre Dame. Podemos. We can…
ah no, ese fue otro…
La destrucción parcial de este monumento emblemático
de la capital francesa, puso sobre el tapete varias cuestiones, varios debates:
por un lado si somos más o menos revolucionarios por la tristeza que nos causó
ver arder esa maravilla del gótico. Por otro si los tantísimos millones de
euros que se han donado para su reconstrucción, no son un escándalo de
obscenidad. “La generosidad tiene cara de hereje”, parafraseando al título de
una telenovela de allá lejos cuando la tele era en blanco y negro, sabiendo que
la rebaja tributaria es proporcional a la donación.
A las pocas horas de la conferencia de prensa de
Macron, gabinete y alcaldesa de Paris, Anne Hidalgo, incluida, después que el
primer mandatario arengara a las masas, diciendo que era un designio de los
franceses reconstruir Notre Dame y el llamado a los dones ya se había lanzado
al ruedo, 600 mil euros de las arcas de las mayores fortunas francesas, habían
sido donados. “Avalanchas de donaciones”, describió el diario La Vanguardia de
España.
Ya hoy sábado, a 5 días del siniestro que no dejó
indiferentes, --como es lógico, por otra parte--, en una Francia que desde hace
5 meses vive una de las crisis más fenomenales de los últimos tiempos, las
donaciones pasaron ampliamente el millón de euros. Como decíamos unos párrafos
antes: escándalo de obscenidad.
Dicen que Víctor Hugo, no el yorugua, sino el formidable
escritor galo, autor de la novela histórica “Notre Dame de Paris”, aparecida en
1831, si hubiera estado en el mundo de los vivos, habría pedido que esa
donación se reparta también con “Los Miserables” … (la sutileza del tablón no
tiene límites)
Justamente hablando del libro de Víctor Hugo, desde el
incendio de la catedral, está a la cabeza de las ventas en Amazon y la versión
de bolsillo, está en ruptura de stock. Y cáigase de tujes, la editorial Folio,
que saca la versión de bolsillo, se comprometió a donar la integralidad de lo
recaudado en las ventas de “Notre Dame de París”, edición de bolsillo, a la
cuenta abierta por la presidencia de la república, para la reconstrucción del
edificio, al mismo tiempo que prevé una tirada de 30 mil ejemplares con una
banda roja impresa en la portada para señalar la operación.
Ya lo dijo el escritor indo norteamericano Anand
Giridharadas en un reportaje que le hiciera el sitio de información Mediapart:
“Lo que ocurre en Francia desde el incendio de Notre Dame, es lo que ocurre muy
seguido en los Estados unidos. Gente muy rica que en realidad deberían implorar
nuestra indulgencia para perdonar su evasión fiscal, se transforman en héroes
porque traen soluciones a los problemas que en parte han causado ellos mismos”
Como se leyó por ahí, vaya a esta altura uno a saber
donde, la pobreza es una decisión
política.
Hoy sábado 20 de abril fue el acto 23 de los Chalecos
Amarillos. El movimiento que ya lleva 5 meses, sí, sí, ¡5 meses! había previsto
marchar a la Catedral de Notre Dame. La policía de Paris, como no podía ser de
otra manera, no solo prohibió esta movilización en los alrededores del edificio
por “razones de seguridad y para garantizar la seguridad del edificio”, sino que
agrandó el perímetro prohibido a la totalidad de la isla de la Cité, donde se
encuentra la catedral y las cercanías de la Rive Gauche, lugar turístico por
excelencia en la capital francesa.
Claramente la ola de donaciones que, como dijimos, ya
ha superado el millón de euros, para la reconstrucción del edificio histórico,
ha suscitado una ola también, pero de críticas por parte de este movimiento
social que reclama desde hace cinco meses en las calles por un salario digno que
les permita llegar aunque sea a rozar el precio de la canasta familiar, entre
otras reivindicaciones, ya sabemos.
Algunos referentes de los Chalecos Amarillos ya han
denunciado una cierta “generosidad selectiva”.
Y esta contra insiste: la pobreza es una decisión
política.