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| Sublevación de la marinería chilena. Lancha artillada del acorazado Latorre durante la sublevación de la escuadra. 1931 "Jamás los cañones de la armada se dirigirán contra el Pueblo" |
ANIVERSARIOS
Al cumplirse 46 años del golpe de estado cívico militar en Chile el día 11 de septiembre de 1973, desde la agrupación Chile Democrático de Rosario recordamos el sacrificio del presidente mártir Salvador Allende; que pagó con su vida la lealtad del pueblo, depositario de su legado de demócrata y revolucionario, ese pueblo que más temprano que tarde abrirá las grandes alamedas de la liberación nacional y social; ese sueño trunco que se inició tres años antes, un día 4 del mismo mes de septiembre en 1970, día que es de celebración por un sueño, que caminó la utopía de lograr el cambio estructural de la sociedad capitalista dentro de la propia institucionalidad del sistema; sin embargo las clases dominantes y el capital foráneo, no vacilaron en pisotear su propia legalidad para mantener sus privilegios y el poder politico que se los garantice. Este mes también es el de la independencia de la corona española; el 18 de septiembre de 1810, la Primera Junta Nacional de Gobierno inició el proceso emancipatorio, sin que nadie tuviera angustia por ello.
Pero aún falta ese gran paso que señalaba Allende, la independencia económica que nos libere de la opresión imperialista. Hay aún otra fecha, invisibilizada por la historia oficial que tiene una relación más lejana, pero muy directa con los hechos que marcaron de distinta forma el 4 y el 11 de septiembre. Hace 88 años entre el 31 de agosto y el 7 de septiembre de 1931, la marinería chilena se sublevó y tras hacer prisioneros a los oficiales, tomó la totalidad de los buques de la escuadra y la totalidad de las bases navales; esta situación transcurrió en el marco de la gran crisis capitalista de 1930, en la cual Chile fue, según los datos constatados el país más afectado en el mundo, sumido en una gran crisis inflacionaria y una elevadísima deuda externa. Los marineros plantearon un petitorio que encabezaron declarando que jamás los cañones de la armada iban a ser dirigidos contra el pueblo. Exigían que se restituyeran sus salarios que habían sido recortado el 30% y lo mismo para todos los empleados públicos, una reforma agraria y que la deuda externa fuera solventada por "los millonarios". Contaron con el apoyo del regimiento Maipo de Valparaíso; pero faltó la conducción política que fogoneara y dirigiera a los obreros y campesinos azotados y agobiados por la miseria y el desempleo. La crisis del 30 fue una demostración de la incapacidad del capitalismo de satisfacer las necesidades de la mayor parte de la humanidad, lo que enfrentado al nuevo paradigma que abrió la revolución bolchevique de 1917, ponía en escena la posibilidad concreta de una revolución social que inspiraba las luchas obreras, ampliaba sus aspiraciones y elevaba sus niveles de lucha; la respuesta de la sociedad capitalista fue una ampliación de derechos y mejorías económicas en pos de disminuir las tensiones, surgió políticamente el estado benefactor apoyado en la economía Keynesiana. Contra este nuevo modelo de acumulación capitalista, surge en los años 70 la ofensiva neoliberal.
Contra Marx y Lenin, Keynes; contra éste, Hayek y Friedman. En esta ofensiva restauradora se inserta el golpe en Chile; ese movimiento reaccionario basado en la super explotación, en la perversa ampliación de la plusvalía en directa relación con la disminución de los derechos de los trabajadores solo podía implantarse con extrema violencia, con un ejemplar castigo a aquellos pueblos que quisieran seguir y propagar una opción liberadora. Vinieron por y con todo contra el fantasma que ahora recorría la Patria Grande. Por eso la tragedia chilena y la argentina.
Chile fue el laboratorio del modelo. La historia es un gran entramado, el presente tiene historia, el futuro tiene historia. Por eso recordamos el 11 ligado a esas otras fechas. HLVS.
Rosario 6 de septiembre de 2019
