SER LIBRES DE CIRCULAR

Por Ester Stekelberg
stekelberg@gmail.com

Hace unas horas, las calles de Paris y de muchas otras ciudades, —grandes y menos grandes—de Francia, se llenaron con todos los colores de piel que existen en el mundo. En todos los idiomas posibles, pero al unísono, se gritó, se exigió y se cantó por la libertad de circulación... de cara a la estigmatización xenófoba de la derecha y también de cierta izquierda europea, que pretenden cerrar las fronteras.

“Contratapa”, columna de opinión emitida en “Hipótesis” el domingo 4 de octubre de 2015.
Según el sitio de información Mediapart, el viernes 2 de octubre, la titular del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, candidata a las legislativas de diciembre próximo en la región Norte-Paso de Calais, dedicó su meeting de campaña a la inmigración y a la, --textual-- “inundación migratoria”. Por su parte, la izquierda en el poder, tetanizada por el Frente Nacional, en algunos casos, le da argumentos”.

Un clásico, decimos.

Frente a expresiones como “nos están invadiendo”, “nos quieren cambiar las costumbres, la religión”, “son yihadistas ocultos detrás de disfraces de refugiados”, más de un centenar de organizaciones sociales, políticas, ONGs, organismos de DDHH, entre los que se encuentran: IJAN, Colectivo de Sin Voces, NPA, Red Educación sin Fronteras, Unión nacional de indocumentados, CGT, Unión de judíos por la Paz y  muchísimos más, contestaron lanzando un llamamiento  para marchar este domingo en cada rincón en donde la solidaridad está presente, activa y militante.

El llamamiento que circuló esta semana, explicaba que “Las recientes olas de migrantes y los dramas que estos seres humanos sufren en las fronteras de Europa, provocan un movimiento de indignación. Las guerras en Medio Oriente y en África, obligan a partir a millones de personas. Algunos miles tratan de llegar a la Unión Europea para encontrar refugio, un lugar en donde vivir y trabajar. Sería imposible olvidar la responsabilidad que tienen las potencias occidentales en el caos de las zonas concernidas por el éxodo. Las intervenciones militares y las políticas de libre cambio, las principales causantes del desastre” 

“En Francia las condiciones con que el país recibe a los migrantes, son indignas. Mujeres y hombres se ven obligados a dormir en la calle, sin cuidados, burlados sus derechos fundamentales. Frente a estas situaciones trágicas, las solidaridades se multiplican. Sin embargo, aún loables, no alcanzan para responder a un problema que es ante todo político”

“La principal respuesta de Europa es la militarización de sus fronteras. Decimos que el cierre de las fronteras es un acto criminal y que frente a esta situación, la única solución es abrirlas”

El llamamiento concluye:

“No importa el nombre que se les da: refugiadas y refugiados, migrantes, indocumentadas e indocumentados, exigimos iguales derechos para todas y todos. Permiso de residencia, acceso a cuidados y alojamiento. Y frente a la urgencia de la situación: abramos las fronteras, libertad de circulación para todas y todos”